El Marino de Luanco volvió ayer a los entrenamientos con un buen sabor de boca tras la victoria ante el Roces y con buenas noticias en la enfermería. Boris y José Ángel que se recuperan de sus respectivas lesiones realizaron ayer gran parte de la sesión con sus compañeros. "El miércoles esperamos que se incorporen ya con el grupo aunque con precaución", explicó ayer el entrenador Blas García.

El que todavía sigue pendiente de alta es César, que sigue pendiente de la evolución del esguince en el ligamento interior de la rodilla derecha, pero parece que no podrá estar en el siguiente partido.

El Marino es uno de los equipos que no ha aplazado su partido de este fin de semana. Así, el equipo jugará el domingo en Miramar ante el Oviedo B (17.00 horas). La plantilla tiene hoy su jornada de descanso, entrenará miércoles y jueves y volverá a descansar el viernes. El sábado será la última sesión para preparar el choque ante el filial ovetense.