Todo estaba saliendo bien. La tarde había comenzado en Pumarín con un oportuno homenaje a Agustín Prieto, capitán del equipo. El hispanoargentino lleva once temporadas en el Oviedo Baloncesto y ayer cumplía 250 partidos defendiendo la camiseta del equipo carbayón. Allí estaban los hermanos Héctor y Adrián Macía y otro histórico como Javier Candás para inmortalizar el momento. Un buen gesto.

El capitán lo agradeció con una jugada imposible: un tiro desde el centro del campo cuando estaba a punto de agotarse el primer cuarto, que tocó en el aro, subió hacia arriba y al bajar cayó dentro. Un triple espectacular que le sirvió para recibir el segundo gran aplauso de la tarde. Y al equipo para acabar el primer parcial con una ventaja de cinco puntos (21-16). Antes el Unión Financiera había salido a la cancha muy concentrado. El partido estaba siendo trabado, pero los ovetenses estaban muy intensos, metiendo manos en defensa que les servían para robar balones y para poder correr. Encima sus tiradores comenzaron con bastante acierto, sobre todo cuando el equipo movía el balón con criterio y sin precipitarse.

El equipo local tomó el control en el marcador. Sin llegar nunca a coger rentas superiores a los diez puntos, casi siempre tenía a los gallegos a una distancia prudencial superior a los cinco puntos. No es fácil frenar a un Breogán que cuenta con anotadores como Matulionis o Jeff Xavier, pero con una defensa intensa y con Ferrán Bassas a los mandos se puede conseguir. El base catalán está acabando la temporada a un nivel espectacular. Ayer sumó 12 puntos, 10 asistencias y 8 rebotes. Y quizá también acabó el encuentro algo agotado. Bassas es el jugador de toda la Liga que más minutos ha disputado. Y el Unión Financiera no tiene un relevo para él en el puesto de base y eso se nota.

Los ovetense se fueron al vestuario justificadamente satisfechos. Ocho trabajados puntos de ventaja (42-34) que les servían para encarar la segunda mitad con cierta tranquilidad. El equipo local se sentía cómodo cuando encontraba a Trist debajo del aro y si Breogán se cerraba demasiado sufría con amenazas exteriores como Andrés Miso, Zaid Hearst y Víctor Pérez.

Pero partidos como el de ayer se ganan también con experiencia, tablas y carácter. Y ahí un Breogán muy necesitado de la victoria para meterse en los puestos de play-off encontró a un Pep Ortega espectacular en la segunda parte. El pívot catalán, un guerrero curtido en mil batallas, fue decisivo en la reacción de los gallegos. El Unión Financiera intentaba aguantar el empuje, pero había bajado algo su intensidad atrás y en cambio la defensa del Breogán había dado un paso al frente y a los ovetenses cada vez les costaba más anotar. A 1.40 del final Pep Ortega ponía las tablas (55-55). A continuación Matulionis levantaba al grupo de aficionados del Breogán desplazados hasta Oviedo con un gran triple. El conjunto de Lugo comenzaba el cuarto final con una renta de dos puntos (58-60).

Y encima los visitantes llegaban mejor a esos diez últimos minutos. Más acertado en el tiro exterior y con más jugadores enchufados. Jeff Xavier metió un triple imposible a 6.15 del final que empezó a edificar una renta de importancia para el Breogán (66-73). Un triple de Kevin van Wijk metía al Oviedo de nuevo en el partido (70-75) a 4.55 del final. Dos tiros libres fallados por Miso y otro por Víctor Pérez en una falta técnica de Sergio Llorente fueron respondidos por Pep Ortega con una buena canasta y la reacción ovetense se paró (70-77) a falta de 3.48. Siguió peleando el equipo de Carles Marco y se puso a cuatro (76-80) con una canasta de Trist. Pero Breogán no dejó que se le escapara la victoria. Al Unión Financiera aún le quedan tres jornadas para intentar certificar su clasificación para el play-off.