El Lealtad mantiene su excelente trayectoria esta temporada, rubricada esta vez con una victoria ante el Celta B. El equipo asturiano se vió obligado a remontar para ganar y lo consiguió en un explosivo final.

Comenzó fuerte el Celta B ante un Lealtad que se defendía como podía. El filial se encontraba cómodo sobre el terreno de juego, tocando el balón en corto ante un rival que no presionaba y que dejaba que los vigueses llegaran con demasiada comodidad a la frontal. Las ocasiones no tardaron en llegar para el Celta B, y a los ocho minutos de juego Samu dispuso de la primera ocasión al recibir solo en la banda izquierda y disparar con fuerza, pero el balón salió fuera. Dos minutos más tarde fue Fragapane el que tuvo la ocasión, pero su disparo fue sacado por un defensa en la misma línea de gol.

El Lealtad no aparecía por las inmediaciones del área viguesa, que seguía teniendo el mando del encuentro y disponiendo de las ocasiones de gol. En el minuto dieciocho, una buena combinación en ataque acaba con el gol de Fragapane, que solo tiene que empujar el balón. El cuadro asturiano dio un paso al frente y se dio cuenta de que la defensa del Celta B también tenía problemas, y la primera ocasión de Espina se estrella en el palo. En la segunda clara, Jorge aprovecha un mal despeje de Samu para plantarse solo ante Iván Villar y marcar el tanto del empate.

En la segunda parte el encuentro estuvo más igualado. El Lealtad buscaba presionar en el centro del campo aunque era el Celta B quien tenía más posesión del balón, pero sus llegadas no eran tan claras como en los primeros minutos del encuentro. Borja Iglesias dispuso de una gran oportunidad en el minuto cincuenta y cinco, tras un centro desde la derecha de su ataque y un perfecto remate de cabeza que sacó el portero del Lealtad con muchos apuros.

No pasaron muchos minutos hasta que el encuentro volvió a igualarse. Al Celta B le costaba llegar con peligro al área del Lealtad, mientas que los asturianos comenzaban a aparecer en el área viguesa, con el peligro que eso suponía dados los problemas de los vigueses en esta faceta.

El Lealtad había mejorado en defensa, y conseguía frenar el juego ofensivo del Celta B, que ya no llegaba y no tenía tanta claridad de ideas como al comienzo del encuentro. Los asturianos estaban cómodos, y los cambios cumplieron su trabajo de cortar el juego vigués y en el momento de recuperar el balón salir con rapidez a la contra, mientras que el técnico del filial seguía sin mover el banquillo y tenía a todos sus jugadores calentando en la banda.

En los minutos finales, el Celta B dispuso de varias ocasiones claras para marcar, pero todos los disparos salieron fuera. Pero la sentencia llegó a cuatro minutos para el final, con una contra del Lealtad que Alex remató en posición extraña pero que valió la victoria tras sentenciar David con el tercero.