Matías fue el protagonista del entrenamiento de ayer en Miranda, el último antes de visitar esta tarde al Atlético Lugones. El centrocampista y uno de los capitanes del equipo blanquiazul recibió el alta del doctor Rodas, el médico de la Federación Asturiana, después de casi tres semanas de baja por una neumonía y empezó a entrenarse con precaución.

El vestuario se volcó en su regreso y fue objeto de todo tipo de bromas por parte de sus compañeros, sobre todo porque perdió bastante peso y llegó muy delgado, a las que respondió con buen humor.

El jugador ya estaba ansioso por volver a entrenarse y jugar, pero empezó muy despacio. De hecho, ayer hizo un trabajo físico al margen del grupo y la idea es que se vaya integrando poco a poco para regresar lo antes posible a los terrenos de juego, aunque es muy probable que también se pierda el partido que se jugará en el Suárez Puerta el próximo domingo (17.00 horas) contra el Condal, el actual campeón de Tercera y uno de los equipos que lucha por el cuarto puesto para disputar el play off de ascenso por segundo año consecutivo.

Matías fue titular por última vez frente al Colunga (0-2) y disputó los últimos minutos en la victoria (3-0) ante el Praviano al sustituir a Óscar Ruiz en el minuto 75. Se perdió los dos siguientes partidos, contra el Tineo (0-2) y sobre todo en el clásico de la pasada semana contra el Unión Popular de Langreo en el Suárez Puerta (2-0), un partido que tenía especial interés en jugar al haber pertenecido a la plantilla langreana durante la temporada 2011-2012, a la que llegó procedente del Marino de Luanco.