"Nos deja un hombre bueno, que apostó en cuerpo y alma por el deporte asturiano". Así define Carlos Rivas a Gonzalo Rivaya Riaño, fallecido en Gijón el pasado miércoles a los 76 años. Rivas, destacado piragüista en la década de los 60 y los 70 fue uno de los beneficiados por el espíritu emprendedor de Gonzalo Rivaya, también conocido por su amplia trayectoria empresarial.

Perito industrial de profesión, Gonzalo Rivaya asumió la gerencia de Corisa (Comercial Rivaya S.A.), empresa con la que patrocinó a finales de la década de los 60 del siglo pasado a varios clubes asturianos. Destacó especialmente el equipo ciclista que llegó a contar con corredores tan renombrados como José Manuel Fuente o Vicente López Carril. Representando a Corisa, el K-2 formado por Luis Garciablanco y Carlos Rivas se proclamó campeón de España y de Europa de piragüismo.

Su pasión por el piragüismo también le llevó a organizar el primer Descenso del Alto Sella, entre Cangas de Onís y Arriondas. Era una persona muy cercana a los deportistas, a los que procuraba acompañar en las competiciones, como ocurrió con motivo de la victoria de Garciablanco y Rivas en el prestigioso Descenso del Miño. En su juventud, Rivaya también practicó deporte, especialmente el balonmano.

"Era un hombre muy espléndido, que gastó mucho dinero en el deporte", recalca Garciablanco. Otra persona muy vinculada al piragüismo, Juan Miguel Feliz, define a Gonzalo Rivaya como "un mecenas de la época. Gracias a él tuvimos buenas piraguas y facilidades para entrenar".

Gonzalo Rivaya, natura de Ceceda, consiguió junto a su hermano Juan la exclusiva para Asturias de Seat, que posteriormente se convertiría en el concesionario Rivayagüe, al unirse a Daniel García Yagüe, que fue presidente del Real Oviedo entre 1979 y 1984. También regentó la tienda de electrodomésticos "Iberia", en la que trabajaron algunos de sus deportistas.