El entrenador del Madrid, Zinedine Zidane, aseguró anoche que la victoria ante el Barcelona rearma "anímicamente" a sus jugadores con vistas al tramo final de la temporada.

En la rueda de prensa posterior al clásico, el preparador francés se mostró "muy orgulloso" de sus jugadores, que consiguieron "un premio enorme" en un estadio que, en su opinión, pocos equipos conseguirán ganar.

"Estoy muy contento por todo. Nos ha costado al principio, pero estoy muy orgulloso de lo que hicieron los jugadores. Estoy contento por la victoria, pero también por el contenido", afirmó.

Por ello, el técnico galo destacó la importancia anímica de la victoria con vistas al próximo partido de la Liga de Campeones contra el Wolfsburgo.

Preguntado por si la Liga todavía está viva, Zidane ha eludido responder y ha abogado por la filosofía del partido a partido.

"Tenemos que pasar al Atlético de Madrid y nada más y luego veremos. Faltan jornadas y vamos a ver qué pasa. Es un premio enorme para los jugadores, hicieron un partido enorme y eso que en el primer tiempo, no había la presión que queríamos. Mejor empezar mal y terminar bien. Son tres puntos, es un clásico, es mejor ganarlo. Ahora tenemos que descansar bien y pensar en el partido contra el Wolfsburgo que es muy importante para seguir adelante".