La victoria contra el Mosconia (0-3) mete en la lucha por el play-off al Marino, que está atravesando el mejor momento de la temporada. El equipo es séptimo con 55 puntos, a tres del Tuilla en la cerrada lucha por la cuarta plaza que da derecho a luchar por el ascenso, el objetivo del club desde el inicio del torneo.

La situación es muy buena teniendo en cuenta que los luanquinos no estaban tan cerca del objetivo desde el segundo partido de Liga, y que hace sólo cuatro jornadas y tras perder sucesivamente con el Covadonga (1-0) y el Astur (1-0), eran octavos con 43 puntos, a diez del Tuilla que también marcaba el objetivo.

Entonces todo parecía perdido, pero la situación dio un vuelco importante y los de Luanco tendrán ahora opciones de luchar hasta la última jornada porque, aunque tienen un calendario difícil con enfrentamientos directos y la visita, entre otros, al Avilés y al Caudal, a todos los equipos les cuesta ganar y puede pasar de todo en un partido.

Y es que la derrota ante el Astur marcó un antes y el después porque los de Blas García enlazan desde entonces cuatro victorias consecutivas, la mejor marca desde que empezó la Liga, y otras tantas jornadas sin recibir un gol. Son unos números que invitan al optimismo, sobre todo teniendo en cuenta que a los rivales también están fallando ahora, aunque nadie en la plantilla ni en el club quieren hablar, ni siquiera mirar, a la clasificación.

Los luanquinos se marcaron como objetivo centrarse exclusivamente en intentar sumar los tres puntos en el partido de turno, y esa política les está saliendo muy bien. Por eso, su único objetivo ahora es ganar al Tuilla el próximo domingo (17.00 horas) en Miramar. Es un partido vital en la lucha por el cuarto puesto porque una victoria tendría el premio añadido del goal average a favor contra un rival directo ya que el resultado de la ida en el Candín fue de empate a dos goles. Marcaron Ricky y Dani López para los luanquinos, y Damián y Davo empataron para los locales.

La plantilla cambió ayer el sintético de Balbín por el polideportivo de Luanco para entrenar y resguardarse de la intensa lluvia. Estuvieron ausentes, el lesionado César y Espolita, que resbaló en la primera parte del partido contra el Mosconia y tiene una contractura en la inserción del isquiotibial con el glúteo de la pierna izquierda, aunque en principio no tiene mayor importancia y en los próximos días se meterá con el grupo. El equipo descansa hoy.