Nacho Méndez (27 años) fue el hombre más importante del Avilés en los dos últimos partidos al marcar dos goles que valieron cuatro puntos en Lugones (1-1), donde empezó de titular, y ante el Condal (1-0) en el Suárez Puerta, que salió desde el banquillo. El centrocampista ovetense ya subió a Segunda B con el Oviedo, Caudal y Langreo, y espera repetir esta temporada con el Avilés.
-Dos goles cuatro puntos, es un excelente porcentaje
-Si, bien. Estoy muy contento en lo personal pero es una lástima el empate en Lugones porque una victoria habría puesto la Liga más interesante si cabe. Contra el Condal logramos al final el objetivo de sumar los tres puntos y estamos ahí. Nos volvemos a colocar segundos y a ver lo que pasa en estas seis jornadas.
-Y los dos goles, de cabeza
-Fueron dos centros muy buenos de Marcos y de Matías que me lo pusieron fácil. Ahora estoy pisando más el área, y por estar ahí alguna veces la pelota viene muy bien y va para dentro.
-¿Se siente mejor un poco más arriba que en el centro?
-Si. A mi me gusta estar en contacto con el balón, pero me manejo mejor cerca del área, un poco por detrás de los delanteros porque ahí tengo la opción de rematar a puerta. Ahí me siento muy cómodo con llegadas como las de los dos últimos partidos, pero cuando prima la faceta de creación y juego más cerca del medio del campo ni tiro a puerta.
-Una lástima esa gripe que le apartó del equipo cuando estaba en un buen momento...
-Son cosas que pasan y me tuve que quedar una semana en la cama. Eso hace que el tono físico baje y que vuelva la fatiga, pero poco a poco vuelvo a recuperar las sensaciones y el ritmo para estar listo para lo que queda, que es lo más importante y guapo.
-!Que difícil es entrar en el once de Pablo Lago!
-Está muy caro y esa es una de las claves de que el equipo vaya a estar muy bien hasta el final porque todos estamos enchufados y demostrando que podemos estar en el once. Eso es importante para subir el nivel y la intensidad de los entrenos, lo que nos hace ser un equipo más fuerte y con más fiabilidad. Nunca se sabe de quien hay que tirar en un play-off y es básico estar todos bien.
-¿Se podría pensar en julio estar en play-off a estas alturas?
-Era difícil pensarlo porque el panorama era un poco desolador, pero se consiguió hacer un equipo competitivo al principio y mejorarlo con los fichajes de enero hasta lograr un número importante de jugadores, y ahí estamos.
-¿Cómo se vivió en el vestuario la clasificación?
-Con ilusión. Está siendo un año muy bonito y la gente tiene ganas de que llegue el play-off para pelear por el ascenso, un objetivo ilusionante que llevamos preparando todo el año pero sin olvidarnos tampoco de que nos quedan seis partidos de Liga y que hay que hacerlo muy bien porque es importantísimo llegar con buenas sensaciones. Sabemos que hay ventaja si quedas segundo y mucho más si acabas campeón, y vamos a intentar sumar de tres en tres lo más posible y a ver que pasa. Lo más importante es tener calma, no anticipar cosas e ir paso a paso. Si tenemos que jugar el play-off a tres rondas hay que pensar en la primera, porque la última queda muy lejos.
-¿Ayudará que muchos jugadores tengan experiencia en fases de ascenso?
-Si porque los partidos de play-off son distintos, que la gente no se equivoque porque cambia todo. Es importantísimo no encajar, tener muy pocos fallos, y aprovechar los que cometa el rival. Contar con gente de la experiencia que hay en este vestuario es importante a la hora de manejar los partidos porque se va a sufrir y el equipo que mejor lo sepa manejar tendrá más opciones de pasar las rondas. No hay otra.
-¿Se logró el objetivo demasiado pronto? ¿Hay riesgo de que el equipo se deje llevar?
-No, yo creo que está pasando lo contrario. Hace dos meses estábamos un poco en tierra de nadie, terceros muy cómodos, pero con el Langreo muy fuerte y el líder a once puntos. Y ahí si podía ser preocupante en cuanto a no tener más objetivo ni ambición que pensar en mayo porque igual no se llegaba con la tensión necesaria, pero en estas seis jornadas al tener el objetivo de mantener la segunda plaza, que depende de nosotros, y estar al acecho por si el Caudal tiene un descuido nos va a venir muy bien para llegar al play-off muy enchufados.
-¿Qué fue lo más difícil?
-Yo creo que lo complicado era primera vuelta y tiene mucho mérito haber sumado tantos puntos (46) porque en muchas jornadas sólo éramos doce jugadores disponibles. Luego cogimos la buena dinámica porque el equipo se metió arriba pronto, y ahora la gente está ilusionada y con muchas ganas de hacer algo bonito.
-¿Mantendrán ante el Urraca la intensidad que mostraron ante el Caudal y el Langreo?
-Yo creo que sí porque tenemos ahí el partido de Lugones para recordarnos que si no matas el partido y defiendes con uñas y dientes cuando te adelantas, cualquier equipo te la puede liar. Pienso que ese partido nos debe de servir de lección hasta el final porque hay que jugar con los cinco sentidos y pelar por lo nuestro.
-¿A qué se deben esos bajones cada cierto tiempo?
-Es complicado de explicar. En Lugones quizás nos pesó un poco el saber que nos podíamos poner a dos puntos del Caudal después de estar a once, luego marcamos y queremos el segundo pero sin arriesgar para evitar lo que al final pasó. Fue un cúmulo de circunstancias, pero todos sabíamos que era una grandísima ocasión de ponernos ahí y es posible que la cabeza pensara incluso en el derbi del Caudal y Langreo del domingo y la posibilidad de ser líderes ganando al Condal. Un poco el cuento de la lechera que inconscientemente nos llevó a desconectar en una jugada y lo pagamos.
-Tiene un año más de contrato, ¿se ve en Segunda B?
-Ojalá. Con ese objetivo vine y es la ilusión que tengo yo, mis compañeros y la ciudad de Avilés. Y la opción está ahí. Ahora vamos segundos, y yo ya ascendí quedando primero y segundo. Es dificilísimo de las dos maneras porque hay un rival enfrente que busca lo mismo y la cabeza juega un papel muy importante. Veremos como llegamos, pero entre todos vamos a pelear por ese objetivo tan ilusionante que es devolver al Avilés a Segunda B.
