El de ayer fue un día complicado en El Requexón. El Oviedo lleva cuatro derrotas en los cinco últimos partidos. La victoria (3-0) ante la Ponferradina parecía haber sido el bálsamo necesario para volver a transitar por el buen camino que el Oviedo está trazando esta temporada. Una victoria en Bilbao era también la mejor forma de dar por cerrado el capítulo de la salida de Egea.

Las cosas no le salieron bien al equipo azul ante el colista y eso se vio reflejado ayer en las caras de los jugadores. Fue un entrenamiento corto para los titulares en Bilbao, si bien, el resto de jugadores se quedaron bastante más tiempo ejercitándose a las órdenes de David Generelo. Entre ellos estuvo el delantero del juvenil de División Honor Steven. El máximo goleador del primer equipo juvenil de los azules participó como uno más en una sesión en la que los suplentes acabaron haciendo rondos. Todo seguido de cerca por el entrenador extremeño. Esta semana no habrá jornada de descanso y el último entrenamiento abierto al público será el de hoy.

Un Oviedo que necesita dejar pasar el tiempo para empezar a ver la botella medio llena. Y es que los malos resultados cosechados por el equipo en las últimas jornadas no les han sacado de los puestos de promoción de ascenso y se mantienen cuartos en la clasificación, entre los cuatro equipos que ahora mismo se jugarían la tercera plaza del ascenso a Primera.

Generelo reconoció al término del encuentro que perdieron 2-1 en Bilbao que una de las cosas que más le preocupaba era recuperar anímicamente a sus jugadores. Hacerles olvidar la ocasión perdida para recortar puntos con las dos primeras plazas y centrarse en preparar el encuentro ante el Numancia.

Revertir una situación que ha llevado al Oviedo a pasar de igualar su mejor racha de partidos sin perder en Segunda (12) ha convertirse en el segundo peor equipo de las cinco últimas jornadas, con los mismos puntos, tres, que el peor, el Albacete.

Otro de los factores que tiene que hacerse mirar el conjunto azul es la dificultad que está teniendo para sumar fuera de casa. El Oviedo no ha ganado en lo que va de año lejos del Tartiere. La última victoria a domicilio fue en el campo del Mirandés (1-2). Tras ese partido sumaron cinco empates seguidos fuera de casa y ahora encadenan tres derrotas seguida. Entre los aspirantes a meterse en la zona alta de la clasificación otro equipo que está sufriendo mucho a domicilio es el Zaragoza, que ha sumado un punto menos (17) que el Oviedo fuera de casa. También puede consolarse el conjunto azul con que el domingo (17 horas) recibirá la visita de un Numancia al que también le cuesta ganar fuera. Ha sumado 17 puntos y sólo ha ganado tres partidos lejos de su estadio.

Pero más allá de las cuentas que se puedan hacer, los de Generelo deben recuperar la senda de la regularidad que tenían antes de esta mala racha. El Oviedo se había convertido en el equipo a batir, en un club que aspiraba a al menos empatar a domicilio y a ganar casi siempre en el Tartiere. Una crisis la del Oviedo que también han tenido en diferentes fases de la temporada algunos de sus competidores en la zona alta de la tabla. De hecho, el Leganés lleva cuatro jornadas sin ganar: dos empates y dos derrotas que les han sacado de la primera plaza y que les mantienen en puesto de ascenso directo precisamente porque los que vienen por detrás también están pasando problemas. Los azules deben reflexionar, buscar soluciones y ponerse a tono para el sprint final.