El césped sintético no está siendo un aliado para el Real Avilés, pese a entrenar habitualmente en el Santo Domingo. El equipo realavilesino tiene por delante tres partidos más en este tipo de terreno de juego, los tres a domicilio que quedan para terminar la competición, para cambiar la dinámica: el de mañana, ante el Astur y ante el Roces.

"A ver si ante el Urraca nos adaptamos pronto al sintético y hacemos un buen partido", comentó el técnico Pablo Lago. El Avilés ya tiene la vista puesta en parte en el play-off, donde el sintético puede reaparecer en su camino, por lo que el equipo tiene que aprovechar estos partidos de experiencia.

Por el momento, los números de la temporada en este sentido no están a su favor. El equipo blanquiazul ha ganado los partidos en el Rabanal y el Hermanos Antuña, ante el Covadonga y el Caudal y ha empatado con el Lugones en el Santa Bárbara, pero han sido tres las derrotas sobre césped artificial: ante el Langreo, el Tuilla y, una de las más dolorosas, ante el Siero.

El equipo entrenó esta semana en Miranda, como es habitual y el último entrenamiento lo realiza esta mañana en el Suárez Puerta, a partir de las 10.00 horas.