El Lealtad sumó ayer un punto para elevar su orgullo ante el líder de la categoría, el Racing de Ferrol. Los de Javier Rozada, que se adelantaron en una primera parte sensacional, logran con este empate prácticamente certificar su permanencia en la categoría.

El encuentro comenzó con mucho ritmo y Pablo Espina estuvo cerca de adelantar a los suyos. Su disparo superó a Mackay, pero un defensor acertó a despejar el balón. La respuesta no se hizo rogar, pero el lanzamiento de Joselu no encontró el marco defendido por Porrón.

Llegado el ecuador de la primera parte Muñiz sirvió un magnífico balón a David González que le dejaba ante el portero de los ferrolanos, a quien no acertó a superar. Pero sólo un minuto más tarde consiguió resarcirse. Álex encontró una autopista en el flanco izquierda para regalar el balón a David, quien remataba pegado al palo para poner en ventaja al cuadro blanquinegro.

Pudo el Lealtad doblar su ventaja a la media hora en una acción bastante similar. Álex realizó otra de sus clásicas internadas y sirvió otro balón al corazón del área pero en esta ocasión no encontró rematador.

Tena, entrenador del Racing, veía a su equipo superado y optó por una doble sustitución en el minuto 32 dando entrada a Aitor Pascual y Peláez. Pero el Lealtad mantuvo el dominio y la intensidad en su juego, y solo un lanzamiento de falta de Heber, que se marchó cerca de la escuadra, inquietó a Porrón. Por el bando local Jorge tuvo una ocasión para poner el 2-0 en el marcador, pero su lanzamiento era despejado por un atento Mackay.

Tras la reanudación, el Ferrol consiguió intimidar más a Porrón en los primeros diez minutos del segundo tiempo que prácticamente en toda la primera parte. En la faceta defensiva, los maliayos permanecían seguros y sin otorgar ningún tipo de facilidad a su rival, mientras que en ataque los de Rozada buscaban posesiones largas, mientras que la entrada de Pedro Beda en el minuto 55 otorgó frescura en la zona más adelantada de los negrillos.

El conjunto gallego se fue haciendo con el mando, aunque su dominio no terminó de transformarse en ocasiones claras de peligro hasta el minuto 70. Primero fue Borja Domínguez el que probó fortuna con un potente disparo que se marchó lamiendo el larguero; tres minutos más tarde Peláez ponía a prueba a Porrón, que desvió su lanzamiento a córner, y prácticamente a renglón seguido Muñiz estuvo cerca de introducir de manera involuntaria el esférico en su portería.

Quien sí acertó finalmente fue Joselu, aunque el empate no frenó el ímpetu de los ferrolanos, que siguieron insistiendo ante un Lealtad ordenado y que buscaba sorprender a los gallegos en algún contragolpe.