El cambio de decoración en la Liga condiciona a los tres aspirantes en su aventura europea. Si la última jornada se hubiese jugado con las condiciones de hace un mes (el Barça líder con doce y once puntos de ventaja sobre Madrid y Atlético), lo más probable es que los entrenadores recurrieran a las rotaciones para preservar a sus "onces" de gala. Las circunstancias sólo le permitieron hacerlo a Zinedine Zidane, que renovó casi totalmente el equipo para afrontar la visita del Eibar al Santiago Bernabéu. Mientras, Simeone fue a por los tres puntos con todo al campo del Espanyol y Luis Enrique, que optó por una vía intermedia, acabó el partido de Anoeta con los titulares.
Mañana empezará a desvelarse si la planificación ha sido la adecuada. Abrirá fuego el Madrid con la misión de remontar dos goles al Wolfsburgo, se supone que con la alineación elegida por Zidane para las grandes ocasiones: Keylor Navas; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Modric, Casemiro, Kroos; Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo. Sólo cabe la duda de una variante más ofensiva, con la entrada de James por Casemiro y la vuelta de Kroos al puesto de eje en la medular.
Al día siguiente conoceremos del desenlace de una eliminatoria marcada por la expulsión de Fernando Torres en la ida. La ausencia del "Niño" en el Vicente Calderón abre varias opciones a Simeone, aunque lo más probable es que sea Carrasco el acompañante de Griezmann en el ataque, con lo que Augusto Fernández entrará en el centro del campo. En el Barça, salvo sorpresa o contratiempo, Luis Enrique alineará a los mismos que empezaron el partido del Camp Nou: Ter Stegen; Alves, Piqué, Mascherano, Jordi Alba; Rakitic, Busquets, Iniesta; Messi, Luis Suárez y Neymar.
