Claro que los ejemplos de otros deportes pueden animar a Raúl Entrerríos a llegar en buenas condiciones a otra cita olímpica. El gijonés, que acaba de cumplir 35 años en la plenitud de su carrera, ha podido observar desde la distancia cómo dos ilustres veteranos levantaban los brazos en la Vuelta al País Vasco. Samuel Sánchez, a sus 38 años, se llevó una etapa de la prestigiosa prueba, que el sábado engordó el palmarés de Alberto Contador, que ya anda por los 33. Nada mejor que éxitos como estos para avivar la llama de los deportistas de raza, incluso en modalidades como el ciclismo, que exigen capacidad de sacrificio y una dedicación absoluta. Contador se había planteado la retirada para finales de este año, pero con exhibiciones como la de la semana pasada ya empieza a reconsiderarlo. "Es posible que siga algún año más", declaró el de Pinto. Puede mirarse en el espejo de Samu, que disfruta como un principiante de la prórroga que se concedió gracias al apoyo de su equipo, el BMC. "Ganar ahora sabe mucho mejor", reconoció el ovetense tras bajarse de la bici en Orio y subir al primer cajón del podio en "su" Vuelta, como la calificó él mismo en agradecimiento por el empujón que supuso para su carrera la etapa de formación en el País Vasco y su brillante trayectoria en el Euskaltel.
