Las trompetas de Jericó reclaman optimismo ante la dura situación del Sporting, que tiene ante sí seis partidos llenos de trampas en los que tiene que resolver la permanencia en Primera, primer y único objetivo del presente ejercicio futbolístico rojiblanco. Un amable lector, que confiesa su preocupación, llama al periódico para afirmar que los números, más que las sensaciones, no mienten. Y los números que ha repasado dicen que el Sporting es a día de hoy el equipo que más veces ha perdido en su campo, ocho, que son veinticuatro puntos que se han ido camino de otros caladeros, el último el de Vigo.
El lector destaca, sin embargo, que las cifras de goles del Sporting son mejores que las de sus rivales. Por ejemplo, ha encajado menos goles que todos los equipos que están metidos en la lucha por evitar el descenso. Ha encajado 53, menos incluso que el Espanyol, que parece huir de la quema. Los rojiblancos tienen mejores cifras en los viajes que los demás equipos de su nivel. Han ganado tres veces fuera de casa, frente a una vez que lo ha hecho el Rayo Vallecano, y no se diga Getafe y Levante, también con una victoria a domicilio.
Los números que recuerda el amable lector son, sin duda, indicativos de una realidad a la que la chavalería de Abelardo ha de dar la vuelta. No sirve ya la cantinela de que todo se va a resolver al final porque al final hay que llegar con puntos sumados, y se están sumando muy pocos en esta racha de la temporada. El partido del domingo no da pie para un baño de optimismo tal como reclaman las trompetas de Jericó. La visita a la UD Las Palmas, cuya recuperación en las últimas semanas está resultando espectacular, se antoja ahora crucial porque los puntos no se suman en un Molinón que se ha convertido en el verdadero problema pese al admirable apoyo de una afición entregada. La Liga va avanzando y nadie tira la toalla. El Getafe, hundido tras varios meses en los que lo ha perdido todo, anunció ayer que licencia a Escribá, un entrenador que llegó avalado por un gran trabajo en el Elche, pero que no ha acertado al frente de los azulones, sumidos ahora en un problema enorme. El Getafe busca una reacción con el cambio en el banquillo.
Como hoy es martes, aunque esto siga sin ser Bélgica, los partidos del fin de semana quedan un poco lejos todavía. La espera se puede ocupar con los encuentros europeos de vuelta de los cuartos de final. El de hoy, el del Real Madrid frente a los respondones alemanes, es quizá el de mayor atractivo porque habrá que ver si los de Zidane son capaces de voltear una eliminatoria que se les complicó en siete minutos fatídicos. Zidane pasa su gran prueba. El fenómeno francés, según algunos finos analistas, comanda al peor Madrid de la historia y lo tiene a cuatro puntos del que, dicen, es el mejor equipo de la historia. No cuadran los números o no cuadran los calificativos que se espolvorean con una osadía admirable. Al margen de esos números y de otros aspectos que no es el caso analizar aquí y ahora, los partidos de hoy y de mañana están cargados de atractivos para los aficionados por encima de colores y de simpatías. Porque, damas y caballeros, señoras y señores diputados, el del Calderón es otro a seguir con detalle.
