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Reinas de Copas

Las chicas del Hostelcur Gijón celebran su tercer título copero, con su portera Elena, que creció a la sombra de la mítica Klein, como protagonista

Arriba, Elena González muestra la medalla junto al resto del equipo. Abajo, la entrenadora, María Fernández. JUAN PLAZA

En la baraja del hockey sobre patines femenino, las reinas de Copas son de Gijón. Las chicas del Hostelcur consiguieron el domingo por tercera vez el torneo copero de un deporte que no para de dar satisfacciones a la región. No llegaban como favoritas y además jugaban en territorio hostil, pero acabaron levantando otra vez la Copa de la Reina. Eliminaron primero al Sferic de Tarrasa, luego al Voltregá, el club más poderoso de la competición femenina, y, por último, en una emocionante e igualadísima final, al Palau i Plegamans, en la tanda de penaltis. Y ayer lo celebraron con letras grandes, ya en Gijón, junto a las "letronas" del puerto deportivo.

Hubo una cierta justicia poética en este nuevo galardón porque la gran protagonista fue la portera Elena González, quien durante muchos años apenas tuvo la oportunidad de jugar, a la sombra de Christina Klein. Pero la alemana se fue y Elena tomó el relevo sin ningún tipo de complejos y, tal vez sin pretenderlo, se convirtió en la figura de la final al detener el penalti que daba el título a su equipo.

La portera asegura que "en el banquillo los títulos también se celebran a muerte, pero este año he tenido más protagonismo, y más en la tanda de penaltis. Es genial, yo lo tomo como un reconocimiento a los años que llevo jugando al hockey, aunque hasta ahora un poco a la sombra". Es el fruto de tantas horas de entrenamiento realizadas durante todos estos años. "Tuve una muy buena maestra, como Christina Klein, pero también a Nuno Canelas, que es un porterazo y un gran entrenador, o Armando Jiménez, que ha aportado su granito de arena en mi formación". Elena realizó una gran competición, pero en la final su protagonismo se agigantó: "Al principio de la tanda de penaltis casi lloro porque todo el mundo me fue a animar y me agobié un montón, pero al final todo fue bien".

Si Elena destacó bajo los palos, María Díaz lo hizo en la faceta goleadora, lo que le valió ser elegida la mejor jugadora del torneo. Para ella es su segundo título con el Hostelcur Gijón y en ambos marcó el gol del triunfo. Su objetivo ahora, como el de su compañera Sara González, es mantenerse en la selección y disputar en septiembre el Campeonato del Mundo, en Chile.

Quien más segura estaba de que darían la campanada era la entrenadora, María Fernández. "Algo me decía que este año podíamos conseguirlo. Luego ganas el primer partido y después al Voltregá, que nos había eliminado en la Copa de Europa, y te dices que la final no podía salir mal". Pero la Liga continúa y aún hay retos: "Ya tenemos un título y estamos prácticamente clasificadas para jugar en Europa. Hay que seguir soñando".

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