El entrenador del Barcelona, Luis Enrique Martínez, ha reconocido, después de la derrota ante el Valencia (1-2), que a su equipo se le ha acabado el crédito en la Liga y ha instado a sus jugadores a conseguir el "reto maravilloso" de sumar las próximas cinco victorias para alzar el título.

El preparador azulgrana ha achacado a la mala suerte para explicar la tercera derrota consecutiva del Barcelona en la Liga, que, sin embargo, sigue líder empatado a puntos con el Atlético de Madrid.

"Si hay algún equipo de conseguirlo es este Barça. Que un equipo pierda de manera injusta tantos partidos seguidos no es algo normal. Este deporte genera muchas sorpresas, tenemos que mejorar muchas cosas. Hoy no es un día para criticar a mis jugadores", ha analizado.

En este sentido, Luis Enrique ha instado a sus jugadores a mantener la actitud mostrada hoy ante el Valencia para sumar tres puntos en los próximos cinco choques.

"Hemos sido muy superiores al Valencia, menos en la efectividad. Hemos hecho una buena segunda parte, tirando más de corazón, pero no ha podido ser. Se escapan tres puntos que hubieran caído de nuestra parte. El fútbol es así, hay que saber perder. Ahora lo que afrontamos es un reto maravilloso. Si ganamos cinco, somos campeones. Es algo único y difícil en la situación que estamos", ha puntualizado.

Ha admitido Luis Enrique que el partido ante el Valencia era "muy difícil de plantear" tras la eliminación europea y las dos últimas derrotas ligueras.

Aun así, ha elogiado a su plantilla por la "respuesta magnífica" que han dado. "Felicito a mis jugadores. Hay que levantarse. Se acabó el crédito, pero vamos a afrontar el reto con la cabeza bien alta", ha añadido.

Asimismo, ha insistido que el juego de hoy es el camino a seguir con vistas al futuro: "Hemos jugado un muy buen partido y dominando todas las fases del juego. Ese es el camino. Tenemos que ganar a través del juego, el orden, la organización".

Por último, ha defendido la decisión de no realizar ningún cambio, ya que, en su opinión, hubiera sido "injusto" por los once jugadores que empezaron.