"El ADBA va a seguir compitiendo, seguro, si no puede ser en Liga 2 será en la máxima categoría que podamos e intentaremos subir en cuanto se pueda". Las palabras de Marisol Beberide, presidenta del club avilesino, dejan a las claras las intenciones de la directiva una vez ha concluido la temporada con el descenso del equipo tras 14 campañas en la categoría de plata del baloncesto femenino nacional. Una muy fructífera etapa en la que el equipo llegó a jugar una fase de ascenso a Liga Femenina en la temporada 2010-2011 al quedar tercero en la Liga.

La presidenta no arroja la toalla de la Liga 2. "Estamos esperando acontecimientos para intentar volver a salir en la categoría". Y es que la directiva cuenta con la posibilidad de que salgan más plazas para la categoría o que algún equipo renuncie al ascenso. "Vamos a ver lo que pasa porque, además de que tengamos plaza, también dependerá de que consigamos algún tipo de ayuda económica para poder estar en la categoría". Y añadió: "La junta directiva está estudiando la situación y en caso de no poder mantener la plaza tenemos que ver en que categoría salimos. Es algo que estamos reconsiderando".

Es muy probable que no haya noticias hasta finales de mayo porque aún se tiene que jugar la fase de ascenso a Liga Femenina y no acabó la temporada.

Marisol Beberide llegó a la presidencia en marzo del pasado año en sustitución de Nacho Friera y tiene claro que el descenso se debe a los limitados recursos económicos del club. "Estamos muy limitadas en los fichajes porque es muy difícil hacer un equipo con el dinero que tenemos y cada año se complica más". Y añadió: "Las jugadores vienen a darse a conocer, como escaparate, y hay años que sale mejor o peor".

La presidenta, en todo caso, destaca el compromiso de las jugadoras. "Tenemos mucha suerte porque lo dan todo, pero la Liga cada vez es más competitiva y con mayor nivel, y eso también se acusa". El futuro, en su opinión, está en la escuela pero hay que darle tiempo. "Con la cantera tenemos que ir poco a poco porque son jugadoras muy jóvenes. Este año ya salieron niñas a jugar y nuestra aspiración es salir con el mayor número posible de jugadoras nuestras".

El capítulo de las ayudas siempre es el más débil. "Hay muchos padres involucrados que están haciendo una labor importantísima, y contamos con algunos patrocinios que vamos consiguiendo a nivel particular, pero necesitamos un mayor apoyo y no lo conseguimos". La situación económica es mala en general, pero para el deporte femenino "aún más", comenta Beberide

El ADBA lleva en torno a las 300 personas al Quirinal en cada partido y en Asturias sólo había dos equipos de ese nivel (el Universidad de Oviedo también bajó), por lo que Beberide considera que "tendrían que tener un poco más de repercusión".