"El Real Oviedo y yo separamos nuestros caminos después de algo más de tres años. Ha sido una etapa intensa y enriquecedora con algún sinsabor pero con el gran éxito de haber devuelto a este Club, la ciudad y su afición al fútbol profesional después de trece temporadas.

Me marcho con la tranquilidad de los objetivos cumplidos, del trabajo bien hecho desde el máximo respeto a la jerarquía en la cadena de mandos y a los profesionales que han dirigido este equipo. Pero, sobre todo, me voy con el orgullo de haber confeccionado la plantilla del ascenso a Segunda División y la que, hoy por hoy, sigue en la lucha por alcanzar la élite.

Agradezco la confianza a todos aquellos que me han permitido trabajar en este proyecto para recuperar el lugar que merece el Real Oviedo, y deseo y confío plenamente en que este grupo de futbolistas peleará hasta el final por el ascenso a Primera División".