Las lesiones de última hora de Álex García y de Jorge Fidalgo preocupan en el seno del Avilés dado el poco tiempo que resta para que comience la fase de ascenso. Álex García tiene el brazo izquierdo en cabestrillo por un fuerte dolor en la clavícula. La lesión se produjo durante el partido del domingo ante el Gijón Industrial al intentar un remate de chilena y caer sobre la clavícula. Las pruebas que realizó en el hospital certifican que no tiene rotura a pesar del dolor. Ayer por la tarde visitó al traumatólogo y está pendiente de más pruebas para aclarar el alcance de la lesión.
Es baja segura para el sábado ante el Roces (18.00 horas) y seria duda para jugar el primer partido del play-off de ascenso, que se disputará el fin de semana del 22 de mayo, aunque el delantero avilesino confía en estar disponible aunque sea infiltrado.
El jugador estaba ayer muy contrariado porque atraviesa un excelente estado de forma y fue vital en los últimos triunfos, ante el Astur al firmar tres de los cuatro goles que lograron los avilesinos (0-4), y frente al Gijón Industrial el domingo como autor de los cuatro pases que valieron los goles de Jorge Rodríguez (tres) y de Cristian.
Álex García llegó en enero cedido del Levante y contó desde el principio con la confianza del técnico, Pablo Lago. En este tiempo fue titular en once partidos y marcó 7 goles que le convierten en el tercer máximo goleador del equipo, empatado con Luismi y ambos por detrás de Jorge Rodríguez (21) y de Cristian (13).
Jorge Fidalgo se rompe. El defensa gijonés está pendiente de pruebas. Ayer abandonó por precaución el entrenamiento al sentir un pinchazo en el isquiotibial izquierdo y está prácticamente descartado para jugar el sábado contra el Roces. El jugador siente dolor sólo al recoger la pierna (doblar hacia atrás) y la duda es si llegará para el debut en el play-off, aunque él está decidido a jugar. Si hay rotura tendrá que esperar un mínimo de tres semanas, pero si es una contractura podría estar listo en dos semanas y jugar.
El futbolista gijonés firmó este verano procedente del Urraca tras pasar por Segunda B con el Marino de Luanco y el Noja y, aunque es un hombre de banda, acabó haciéndose con un puesto de central al jugar Lago con tres defensas y dos carrileros.
