El Real Avilés disputa hoy otro partido de trámite, el penúltimo de la liga regular, en el campo del TSK Roces. El conjunto avilesino tiene el punto de mira puesto en el play off ya. Así, el técnico Pablo Lago va buscando alicientes a cada encuentro para evitar que los suyos se relajen y para el campo del Roces, el colista ya descendido, también lo ha encontrado: "Es un partido que nos va a pedir estar bien en estrategia y en segundas jugadas", señaló el entrenador. De hierba sintética y pequeño, no es la mejor opción para el juego blanquiazul y, sin embargo, el equipo se puede encontrar con un campo como el Covadonga en la fase de ascenso.

Ese es el objetivo del equipo para este partido, además de volver a dejar la portería a cero y estar acertados de cara a la portería, como ha ocurrido en los dos últimos partidos ante el Astur (0-4) y ante el Gijón Industrial (4-0). Y es que el técnico sigue intentando que los suyos no bajen los brazos.

Tras el partido en el que el Avilés certificó su presencia en el play off, el equipo tuvo un bache con la derrota ante el Urraca y el empate ante el Marino que terminó con sus opciones de luchar por el campeonato, pero ese traspié ya quedó atrás.

Además, vuelve a ser un buen momento para las pruebas. El entrenador ha convocado a todos los jugadores, aunque no puede contar con Luismi, por sanción; con Borja Noval, por enfermedad; ni con Álex García y Fidalgo, lesionados.

Para mantener el sistema habitual del equipo, Lago tendrá que hacer encaje de bolillos. Sin Fidalgo y Borja Noval, tendría que dar entrada a Nacho Fernández en la zaga con Otero y Pantiga, con Óscar Ruiz en el lateral izquierdo. También necesita contar con Nacho Méndez para el centro del campo con Dudi y Jorge Sáez en el centro del campo y con Cristian para formar pareja en la delantera con Jorge Rodríguez, mientras que Matías jugaría de extremo derecho en el asimétrico sistema del técnico blanquiazul. De todas formas, para un campo más pequeño, podría optar por jugar con un sistema más tradicional y cuatro defensas, una forma en la que Marcos Torres tendría su sitio.

Eso sí, el entrenador puede sorprender con alguna nueva prueba, aprovechando las características del campo para ganar contundencia en las jugadas a balón parado, un aspecto del juego del que el equipo no ha sacado mucho rendimiento a lo largo de la campaña y que puede ser vital en los partidos decisivos que se avecinan.

Enfrente, el equipo blanquiazul tiene a un Roces alicaído, pero que sin duda querrá dar guerra en su último partido de la temporada ante su afición antes de caer oficialmente a Preferente.