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Culé Moyáu

Arroz con leche

Así como darse un atracón un día no protege de la falta de comida durante una semana, ganar el triplete una temporada no permite sobrevivir a un curso sin títulos que llevarse a la boca. Un año en blanco (con perdón) sería demoledor para un equipo como el Barça, que no puede permitirse el lujo de recurrir a títulos honoríficos como "Mejor equipo del siglo XX" o "Equipo con más títulos de Copa de la Comunidad de Madrid", así que los chicos de Luis Enrique necesitan ganar la Liga (otra vez) y puede que hasta ganar la Copa (de nuevo) si no quieren que la agitación y propaganda merengue les condene al infierno del fracaso. Lo que ocurre es que, sin saber cómo, al Barça no sólo se le pide ganar la Liga y la Copa, sino que se le exige ganar la Liga de Campeones como al arroz con leche del bar de la esquina se le exige estar a la altura del arroz con leche que nos hacía nuestra abuela cuando éramos niños. Y eso no es tan fácil. El Barça no ganará la Liga de Campeones esta temporada. Vale. Pero la Liga también existe.

El Espanyol llegó al Camp Nou, según decían, con intención de fastidiar al Barça y regalar la Liga al Real Madrid, al Atleti o a quien fuera. Lo entiendo. Algunos dicen que los españolistas deberían renunciar a pelear contra el Barça en la Liga para fomentar la paz en el fútbol barcelonés, pero eso sería tan absurdo como buscar la paz mundial obligando a las minorías a renunciar a su lengua, su religión o sus opiniones políticas. El monolingüismo futbolístico en Barcelona no sería garantía de ganar la Liga, la Copa ni, mucho menos, la Liga de Campeones. Es más, creo que el Espanyol es bueno para el Barça, aunque el Barça no es tan bueno para el Espanyol, cuya afición elevó a la categoría de mito el "Tamudazo", es decir, un no-título o un título en negativo cuyo valor consistió en hacer perder una Liga al Barça. Los aficionados culés no deberían desear el descenso a Segunda del Espanyol, pero los aficionados pericos tendrían que pedir a los dioses no encontrarse más con el Barcelona y rogar para que Luis Suárez fiche por un equipo de otro continente.

El próximo domingo el Barça tiene que ganar la Liga. Si es así, lo celebraremos con un buen plato de arroz con leche de la abuela.

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