Andrea Bocelli, italiano como Claudio Ranieri, fue el encargado de abrir la gran fiesta del King Power Stadium; un campo desconocido hasta ahora en Europa y que el próximo año acogerá partidos de la Liga de Campeones. Bocelli, enfundado en la camiseta azul de los "zorros", cantó el "Nessum Dorma" (nadie duerma). Y los aficionados del Leicester, que habían vivido un sueño toda la temporada, despertaban para comprobar que su equipo, el mismo que hace un año flirteó con el descenso, era el nuevo campeón de la Premier. Lo celebraron ganando 3-1 al Everton.

El Leicester de Ranieri es la excepción a la regla; la savia nueva. El único debutante en la nómina de campeones de liga continentales. Aún quedan por resolverse algunas como la española o la portuguesa, pero de entre las grandes y medianas competiciones del Viejo Continente sólo los "zorros" azules han logrado romper barreras. Que ganaran la Premier se pagaba allá por el mes de agosto del pasado año 5.000 a uno.

El polo opuesto al Leicester lo marcan el Basilea suizo y el Olympiacos griego, que acaban de ganar su sexto título consecutivo; el noveno en las diez últimas temporadas en caso del conjunto del Pireo. Sólo el Panathinaikos logró en 2010 romper su dominio.

Cinco ligas consecutivas suman el Celtic y el Juventus. El campeonato escocés recuperará el próximo año la histórica rivalidad más allá de lo futbolístico del Celtic con el Rangers, que esta temporada lograba el ascenso después de que fuera descendido en 2012 por su "agujero" financiero.

Cuatro títulos consecutivos lleva el Paris Saint Germain en Francia y el Bayern Munich en Alemania. Nunca en la historia de la Bundesliga un equipo había logrado encadenar cuatro campeonatos, pero el paso de Pep Guardiola por el conjunto bávaro quedará marcado tanto por ese récord como por el balance negativo de haber caído eliminado sus tres temporadas en las semifinales de la Liga de Campeones y ante tres equipos españoles: Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid.

Mientras en España queda por decidirse el título entre el Barcelona y el Real Madrid -los dos equipos con más campeonatos logrados- y en Portugal entre otros dos históricos como el Benfica y el Sporting, otro conjunto histórico como el Ferencvaros conquistaba la liga húngara tras doce largos años de espera.

El 12 tiene un significado especial para el Ferencvaros, pues el campeón en 1965 de la desaparecida Copa de Ferias es el único equipo en el que ningún jugador utiliza ese número. El conjunto de Budapest lo retiró en 2007 para que sólo lo pudieran lucir sus aficionados.