"La faena es que no puedo jugar en Llanes por sanción y me corta la racha goleadora". La frase, dicha entre risas, es de Pablo Suárez, el lateral derecho del Marino (25 años) que se estrenó como goleador en categoría senior el pasado domingo al marcar el tanto del empate contra el Ceares en Miramar, un gol muy importante porque abrió el camino de la remontada (2-1) que culminó Pablo Hernández en el descuento.

Las risas vienen a cuento porque el defensa de Guimarán (Carreño) no marcaba desde la época de juveniles en el Veriña. Y desde entonces pasó por el Luarca (dos temporadas), Candás, Oviedo B y cumple el tercer año en el Marino, los dos primeros en Segunda B. "En Luarca metí uno, pero me lo anularon por fuera de juego", aclara divertido.

El gol llegó en el minuto 22 y la jugada no se le olvidará fácilmente. "Según me llegó pensé en hacer un buen disparo y cuando la vi dentro sentí una alegría inmensa por el equipo y por marcar porque teníamos la posibilidad de remontar por primera vez este año, después la alegría se desbordó cuando se consumó en el 90".

El triunfo era vital en la pelea del equipo luanquín con el Tuilla y el Colunga por meterse en el play off, el gran objetivo del año. Los luanquinos dependen de si mismos y se meterán si ganan en Llanes o empatan si también lo hace el Tuilla con el Mosconia en el Candín. Una derrota de ambos metería al Colunga si gana al Urraca. Pablo Suárez tiene claro que hay que ganar. "Si hacemos los deberes da igual lo que haga el resto". Y añadió: "En Llanes tiene que notarse quien se juega algo, tenemos que ir a por todas para no tener que mirar a ningún campo", insistió.

El gol de Pablo Hernández lo cambió todo porque sin esos tres puntos el Marino tendría pocas opciones de meterse cuando ahora es el favorito. La situación en la última jornada es ideal e inesperada cuando hace nueve semanas los luanquinos estaban a diez puntos del Tuilla. "Cuando perdimos con el Astur (1-0) nadie daba un duro por el equipo e incluso nosotros teníamos pocas esperanzas porque no enlazábamos dos victorias y no éramos capaces de remontar, pero a partir de ahí nos reunimos, se aclaró todo y fuimos a más", explica.

La alegría es enorme en el seno del equipo, pero todos son conscientes de que hay que rematar la faena, ganar en Llanes, y después habrá momentos para las celebraciones. "Si nos metemos en play off salvamos esta temporada, que fue muy dura para nosotros, porque no hay que olvidar que ganamos la Copa Federación", recuerda Pablo Suárez.

El triunfo es una exigencia que se marca el vestuario, aunque es consciente de la dificultad porque todos saben que el Llanes va a salir a ganar. "Todos quieren ganar al Marino, Caudal, Avilés o Langreo y no se puede dar nada por hecho, pero lo que se tiene que notar, insisto, es la intensidad. Ellos querrán acabar bien una temporada que fue buena, pero nosotros nos jugamos mucho".

Es el partido del año, pero Pablo afirma que el vestuario azulón lo vive con tranquilidad. "Lo estamos preparando como otro más que tenemos que ganar. El domingo cada uno celebró a su aire el triunfo, pero no tiene que cambiar nada respecto a lo que hicimos en los últimos meses".

La buena noticia, apunta Pablo, es que, de meterse en el play off, el equipo llega con una dinámica muy buena después de llevar dos meses jugando finales prácticamente cada semana, encajando muy poco y aprovechando las ocasiones. "Lo importante es que tenemos una idea fija de como jugar y la vamos a llevar a muerte porque nos da buen resultado y quien se encuentre al Marino tendrá que tener mucho cuidado con nosotros", concluyó.