Iván Iglesias es uno de los futbolistas asturianos que sabe lo que es ganar la Liga en la última jornada. En su caso, en el último minuto. Iván formaba parte de la plantilla del Barcelona que logró el título en la temporada 1993-94 gracias al famoso penalti que Djukic falló frente al Valencia y que dejó al Deportivo sin una Liga que ya acariciaba. Iván Iglesias Corteguera (Gijón, 16-12-71) cree que la maestría de Johan Cruyff fue determinante para darle la vuelta a la situación y, ante el desenlace del campeonato actual, ve al Barça de Luis Enrique con todo a favor.
Un 6-3 en La Romareda, frente al Zaragoza, marcó el punto de inflexión para el Barcelona en aquella liga 93-94. Y para Iván también. "Hasta ese partido entraba y salía del equipo, pero a partir de entonces Johan me ponía siempre", señala Iván, que acabaría jugando 25 partidos en su primera temporada como azulgrana, al que llegó con 22 años. Aquella goleada no le pasó factura: "Cruyff no era muy dramático. Lo analizaba todo muy objetivamente y le daba más caña a los veteranos. A los jóvenes nos protegía bastante".
Así que Iván participó activamente en la operación remontada, con el Barça en la jornada 23 a seis puntos del Dépor cuando las victorias se premiaban con dos. El esfuerzo azulgrana por sumar su cuarta liga seguida llegó al punto crítico en el penúltimo partido, cuando tuvo que visitar a un Madrid sin opciones al título pero con ganas de facilitarle las cosas al Deportivo, que seguía con un punto de ventaja. Iván, que fue titular en el Bernabéu, destaca la entereza de aquel equipo azulgrana: "Había mucha tensión porque sabíamos que si fallabámos se os escapaba la Liga". Un gol de Amor a falta de doce minutos alargó la incertidumbre.
Iván, que había jugado de titular doce de los últimos catorce partidos, intuyó durante la semana que Cruyff tenía un sitio para él en el banquillo del Camp Nou para recibir al Sevilla: "Empezaba a conocer cómo funcionaba Johan y sabía que me iba a cargar. Y eso que con él nunca sabías si ibas a jugar, ni en qué puesto. Obligaba a toda la plantilla a estar siempre con la máxima atención". Así que, con el Camp Nou a reventar, la vista en el césped y los oídos en La Coruña, el gijonés vivió una noche inolvidable.
"Fue muy emocionante porque el Sevilla se adelantó 0-1 y 1-2", señala Iván, que una vez más destaca el papel de Cruyff: "Siempre dijo que íbamos a ganar la Liga. Asumía la presión e intentaba liberarnos. Además estaban los precedentes de las dos ligas de Tenerife". Asegurada la victoria propia, Iván rememora el momento culminante: "Cuando se supo que había penalti en Riazor para el Dépor, el Camp Nou se quedó en silencio. Y, de repente, el clamor". Comparado con aquello, a Iván lo de pasado mañana le parece sencillo: "Veo al Barça bien, no creo que falle en Granada".
