No pudo ser. El Sporting B jugará la próxima temporada en Tercera División. El filial rojiblanco cumplió con su cometido y superó con claridad por 3-0 al Guijuelo, pero el triunfo no le sirvió para robarle la plaza de promoción de descenso al Cacereño, que también se impuso en su visita al Izarra (1-2).

El Sporting B comenzó el encuentro con timidez y poco a poco fue poniendo el cerco sobre la meta salmantina. Sin embargo, el primer acercamiento con cierto peligro llegó al cuarto de hora, con un remate de Mendi que despejó a córner Álvaro. El nerviosismo se palpaba considerablemente en el juego de los gijoneses, precipitados a la hora de combinar, en busca de un juego vertical y con velocidad para acercarse a la meta rival.

El filial cayó en el mismo error hasta que un saque de esquina botado por Pedro Díaz encontró el magistral remate de cabeza de Mendi. El avilesino marcó a la perfección los tiempos para colocar el balón en la escuadra del portal de Álvaro. El Sporting B lograba cumplir con su primer objetivo marcado y metía presión al Cacereño, incapaz de romper el empate ante el Izarra. El gol le dio poso a los rojiblancos, que prefirieron no romper sus líneas para no verse sorprendidos por el Guijuelo.

Con el alma puesto en el terreno de juego, la cabeza de los jugadores también estaba pendiente de las noticias que llegaban desde Merkantondoa. No en vano, no había comenzado la segunda mitad cuando el Cacereño se adelantaba en el marcador, lo cual perjudicaba al filial. Y más aún con el segundo tanto de los extremeños.

Mientras tanto, en el Pepe Ortiz se jugaba con cierta calma hasta que una combinación acabó con el latigazo de Mendi que se colaba por el primer palo de Álvaro. El Sporting B cumplía a la perfección con su papel de ganar y esperar, pero le faltaba la otra combinación apropiada para hacer buena su victoria y no descender de categoría. Una situación que los jugadores fueron conociendo a través de los aficionados que se encontraban en las gradas, dejando cabizbajos a los jugadores de Isma Piñera. Impotentes al ver que su victoria no le estaba sirviendo de nada.

El partido bajó notablemente en cuanto a intensidad y el silencio rodeó el encuentro ya que el Izarra era incapaz de plantar batalla al Cacereño. Mientras tanto, el filial, por medio de Ganfornina, ponía el 3-0 con un buen disparo ajustado desde la frontal.

Pese a los intentos de los rojiblancos, esta vez su futuro no estaba en sus manos al perder ese privilegio tras su derrota la jornada anterior en Burgos. El Sporting B se convertía así en equipo de Tercera después de ocho temporadas en la categoría de bronce ante la decepción de los jugadores. El Sporting B deberá empezar ahora de cero y no cometer los errores tras un año con una nula planificación deportiva.