La 61-62 sirvió para superar el susto de la campaña anterior y para poner las bases del éxito. También, para ver alguna actuación destacada. La de mayor trascendencia, la victoria ante el Madrid de Di Stéfano, en la 9ª jornada. Los blancos habían sido cinco veces campeones de Europa entre el 56 y el 60 y conservaban algunas de sus figuras, comandadas por el argentino. Pero el Oviedo tenía mucho que decir. Formaron aquella tarde: Fermín, Toni, Álvarez, Marigil, Iguarán, Paquito, Moncho, José Luis, Sánchez Lage, Marañón y José María. Las acometidas de Di Stéfano fueron detenidas por Fermín y Sánchez Lage aprovechó su ocasión para establecer el 1-0 final.