El Giro de Italia disfrutó ayer de su segunda jornada tras la contrarreloj de Chianti, que lejos de aclarar las posiciones entre los grandes favoritos, dejó la carrera más abierta de los esperado, con Nibali, Valverde y Landa en un margen de 25 segundos. El pelotón descansó ante la semana que le espera. Hoy es un aperitivo de la montaña que queda con la llegada a Sestola, con casi 8 kilómetros al 5 por ciento de pendiente media. Una jornada larga de 219 kilómetros.