El Madrid empieza a preparar desde hoy de forma específica el último partido que le queda esta temporada, la final de la Liga de Campeones. Los blancos se enfrentarán al Atlético de Madrid el sábado 28. Toda una temporada en juego en un día. No es la primera vez que los blancos viven una situación semejante y hasta ahora les ha salido bien en diversas ocasiones, la última de lo más reciente. Fue hace dos años cuando el Madrid ganó su décimo título en la máxima competición continental de clubes. El rival, el mismo de dentro de doce días. El Madrid bordeó la tragedia pues no consiguió el empate que evitaba la victoria colchonera hasta los últimos instantes, después de que se adelantasen los de Simeone.

Entonces, con aquella victoria, pues el Madrid pasó por encima del Atlético en la prórroga hasta plasmar en el marcador un 4-1 al final, hubo continuidad, tanto en el equipo técnico como en la plantilla. Una derrota le hubiese costado el puesto a Carlo Ancelotti y hubiese supuesto la salida de varios jugadores. Ahora, más o menos, los blancos pasan por una situación parecida.

A pesar de que los resultados han acompañado, con una racha de victorias en el tramo final de la Liga como nunca se había vivido en la competición española, pues es la primera vez que un equipo gana los últimos doce partidos, la permanencia de Zidane no está asegurada. Sólo una victoria le daría opciones al francés para mantenerse en el banquillo blanco. Zidane logró entusiasmar a los jugadores después del duro régimen de Benítez, pero su labor ofrece aún muchas dudas.

No sólo el francés está sometido a examen sino también jugadores. El resultado de la final de la Liga de Campeones servirá para despejar también incógnitas en la configuración de la plantilla. Hay un futbolista que está en el disparadero más absoluto, como James, que esta temporada ha visto cómo las buenas expectativas que había despertado en la primera campaña no se confirmaron para nada. James parece sentenciado pase lo que pase. El fútbol inglés se apunta como salida para el colombiano.

Pero entretanto se llega a la crucial cita, en la que el Atlético se presenta lógicamente con sed de revancha, después del palo que le supuso la derrota de 2014, el Madrid se refuerza en su ánimo no sólo por la trayectoria en la Liga sino también por el hecho de que es el equipo con menos goles en contra en esta Liga de Campeones, sólo cinco.