El Marino sabe subir de cuarto, en principio el puesto más complicado porque tiene que jugar siempre contra equipos mejor clasificados y el segundo partido a domicilio. Los luanquinos tuvieron que esperar a la última jornada para certificar su presencia en el play-off, pero una vez logrado el objetivo todo puede pasar porque empieza una competición totalmente distinta a la Liga.

"Son partidos diferentes porque el rendimiento de los jugadores se supera. Hay mucha intensidad y concentración y es primordial dejar los nervios fuera". Son palabras de José Luis Quirós, el entrenador más exitoso en la historia del Marino y el que consiguió el ascenso en la temporada 2003-2004, la primera suya en el club, tras concluir cuartos por detrás del Oviedo, Oviedo ACF y Sporting B. Y sólo subió el Marino tras superar a la Gimnástica Segoviana y al Pegaso madrileño en un agónico partido con un gol en el descuento de Robert que supuso el empate a dos y el ascenso tras empatar (0-0) en Miramar.

Quirós ve algunas similitudes entre ambos equipos, sobre todo el buen final de temporada que realizaron, y da tantas posibilidades de ascenso al Marino de Blas García como al que más porque, recuerda, "tiene jugadores curtidos en mil batallas y no les va a afectar ni los nervios ni la ansiedad porque creo que no es una obligación imperiosa subir, que sí teníamos en el último ascenso (2010-2011) después de una gran temporada y acabar primeros. Habría sido un golpe duro".

El extécnico luanquín recuerda que en las liguillas "siempre hay alguno no favorito que se cuela", y considera que el factor suerte influye porque "siempre ocurren cosas raras", aunque precisa que no va a ser fácil para nadie. "El Caudal lo tiene mejor, pero hay muchas circunstancias que influyen y que hay que superar, como el calor y los viajes", concluyó.