Si a alguno de los pocos aficionados habituales que acuden a San José le hubiesen asegurado mediada la primera vuelta de la temporada que el Llanes iba a terminar noveno clasificado y, lo que es más sorprendente, jugando bien, habría pensado que le estaban tomando el pelo. Porque después de soportar los lamentables espectáculos que el equipo ofrecía por aquellas fechas, la posibilidad que parecía más cercana era que se iba a luchar por evitar el descenso a Preferente. Pero misterios del fútbol permitieron que alrededor del final del año 2015 el Llanes empezara a mejorar y culminara una muy buena segunda vuelta, no sólo en lo que a resultados se refiere, sino sobre todo en cuanto a juego, que pasó a ser vistoso y, en ocasiones como frente al Tuilla en su feudo, un auténtico espectáculo olvidado hace tiempo por estos lares.

Y todo ello a pesar de las continuas convulsiones sufridas en la escasa plantilla, que sufrió las salidas de Pelayo, auténtico "expediente X" que ni en el propio club saben explicar; de Bruno, expulsado del equipo por lanzar improperios en público al entrenador, y de Miguel, que no aceptó ser cambiado en el descanso de un partido y prefirió dedicarse a su labor de director deportivo del Llanera que a defender la camiseta verde en el terreno.

Los resultados. Queda dicho que la primera vuelta fue pésima, sobre todo en el juego ofrecido, porque a pesar de ello se ganaron 6 partidos, se empataron otros seis y se perdieron sólo 7, obteniendo 24 puntos. El equipo anotó únicamente 16 tantos en 19 partidos aunque también encajó pocos, 22.

Sin embargo, disputó una segunda fase de temporada notable, llegando a estar siete jornadas sin perder, alcanzando 33 puntos y ganando 10 partidos, empatando tres y perdiendo 6. Las derrotas llegaron frente a los grandes y además siempre por la mínima y ofreciendo batalla hasta el final, excepto el último día frente al Marino. La diferencia se expresa mejor con los goles marcados, que llegaron a 38, más del doble que en la primera vuelta. Por el contrario, se recibieron 25.

Esta metamorfosis únicamente puede explicarse a través de la mejoría en varios jugadores importantes como el delantero centro Yoni, quien anotó sus 10 goles en la segunda fase, o de Alonso, que además de marcar 8 goles empezó a mostrar con cuentagotas la calidad que se le suponía. Incluso Miguel, cuando el entrenador Collado decidió jugar con dos delanteros, aportó su granito de arena con un par de tantos.

En San José se ganaron 11 encuentros, se empataron 2 y se perdieron 6, logrando 35 puntos. El Llanes metió 32 goles ante sus fieles y encajó 20. A domicilio, venció en 5 choques, e igualó y salió derrotado en 7, obteniendo 22 puntos. Marcó lejos de casa 22 tantos y recibió 27.

Los jugadores. En total fueron 23 los jugadores utilizados por Chuchi Collado. De ellos, quedan reseñadas las marchas en distintos momentos de la temporada de Pelayo, Bruno y Miguel. También desapareció del club el inédito Yefri, que no llegó a debutar en partido oficial. Sólo 18 se pueden considerar miembros de la primera plantilla: Gabri, Ramón, Pelayo, Hugo, Berto Toyos, Diego, Esteban, Genaro, Bruno, Aitor Tornavaca, Jorge, Alonso, Gael, Dani, Diego Arias, Yoni, Miguel y Rubén. Además, Rojas participó en 7 encuentros y Armas en 5, marcando incluso un gol de penalti. Dani Sampedro, Morán y Hoffmann fueron testimoniales.

Gabri, Aitor, Diego y Alonso participaron en 36 encuentros, aunque sólo el portero los disputó todos completos. Jorge, Gael, Diego Arias y el capitán Dani lo hicieron en 34. Yoni, con 31 presencias, y Esteban, con 30, cierran el capítulo de los más utilizados. Se da la circunstancia de que el delantero centro sólo completó 6 partidos.

Los 54 goles marcados se repartieron así: Yoni, con 10, fue el máximo goleador. Alonso marcó 8, cuatro de ellos de penalti; Berto y Jorge 5, Diego Arias 4, Hugo y Bruno 3, Pelayo, Aitor, Diego, Miguel, Gael y Esteban 2 y con un solo tanto acabaron Dani, Rubén y Armas. El gol restante se lo anotó el Mosconia en propia puerta.

En cuanto al aspecto disciplinario la palma se la llevó Diego, que vio 11 cartulinas amarillas y una roja. Al veterano Aitor le enseñaron 10 y a Diego Arias 9. Se da la circunstancia que el exiliado Bruno, a pesar de jugar tres meses menos, se llevó 8 amarillas y fue expulsado dos veces.

Nuevo entrenador, nueva etapa. A pesar de que el entrenador Collado se hartó de proclamar su marcha al término de la extinta campaña, lo cierto es que sus maneras vociferantes no calaban en la plantilla ni en la directiva llanisca y su salida estaba más que decidida desde los despachos del club. Incluso estuvo a punto de ser destituido cuando la racha del equipo era preocupante en los meses de otoño. Y cuando se daba por segura la llegada de Luis Arturo, éste se ha convertido en un especialista en dar calabazas al Llanes y parece que firmará por el Oviedo para dirigir a su filial en Tercera División.

A la hora de redactar estas líneas nada se sabe sobre el futuro inquilino del banquillo verdiblanco ni de la composición de la plantilla. No sería malo que, al menos, se mantuviera al espléndido cuarentón Aitor Tornavaca sobre el terreno o cerca de él, pues el veterano centrocampista ha sido el auténtico faro que ha guiado el juego local durante las dos últimas temporadas. También convendría algún fichaje más acertado que los de la recién terminada temporada y, como siempre, mucha cantera para llegar a disputar la Copa Federación. Ese será el objetivo máximo para un club lastrado por la apatía de la afición plasmada en un San José casi siempre y por desgracia, prácticamente vacío.