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Fondo Norte

Una dura tarea veraniega en el Sporting

Las circunstancias obligan a una profunda renovación de la plantilla de la permanencia

Leídas algunas crónicas de lo sucedido en la final de la Copa del Rey tal parece que el partido fue la síntesis de todas las virtudes futbolísticas. La realidad dijo que hasta la prórroga la calidad azulgrana no pudo aparecer, sin duda facilitada por el cansancio de un Sevilla que llegaba de ganar el miércoles la Europa Liga. Dos magistrales pases de Messi, que no apareció mucho en el partido, al revés que un grandioso Iniesta, dejaron los goles para Jordi Alba y Neymar, quien, por fin, se reencontró con la red rival. El Barcelona cierra una buena temporada, que bien pudo ser mejor de haber logrado llegar a la final de Liga de Campeones, ahora mismo el primer objetivo de los grandes de Europa.

Solventada la temporada española, a falta de la final del sábado entre los dos equipos de Madrid, el Sporting prepara el futuro, que, según los pronósticos de sus responsables, pasa por el equilibrio financiero a finales del año que viene y por el final de la relación con Doyen, ese misterio rojiblanco, a finales de éste. Año y medio para equilibrar cuentas y salir de la ruina más absoluta, que fue una realidad no hace tantos meses.

En la cuestión futbolística, sana espera de los movimientos de tropas a realizar con vistas a la próxima temporada. La preocupación por la continuidad o no del defensa central Bernardo alcanzó ayer un nuevo capítulo con la versada opinión de un ilustre colega que sostiene que el colombiano no pasa de ser un "jugadorín", opinión que sustenta, entre otras cosas, en que el sabio sevillista Monchi le dio la libertad. Una opinión solvente, sin duda a tener en cuenta.

Claro que todo ha de partir de que el actual Sporting está muy alejado de aquel en el que triunfaba Maceda. El Sporting de hoy, por desgracia, vive una fiesta con una permanencia. Aquel de Maceda habría sufrido escarnio de haber asegurado su continuidad en Primera en la jornada final. Aquel Sporting, por ejemplo, dejaba fuera de la Copa a todo un Sevilla, ahora encumbrado en lo más alto del palmarés europeo. Una noche de huelga de taxis en Sevilla, los rojiblancos ganaban a un local tormentoso que vio cómo un ídolo de aquellos años, Montero, se iba a la caseta entre lágrimas por la bronca que recibió cuando fue sustituido. O qué decir de aquel partido de vuelta de semifinales jugado a cuarenta grados, con una ventaja del Sporting en la ida por tres a cero. El empate sin goles lanzó al equipo a la primera final de su historia. El Sevilla de hoy está donde está, como el Sporting.

La tarea veraniega que tienen planteada los responsables rojiblancos es ardua. Por lo pronto, tendrán que hacer un equipo nuevo porque los cambios en la plantilla se presumen amplios, entre salidas de jugadores importantes que cambian de aires y salidas de cedidos con papel relevante en el pasado ejercicio. Un verano clave para el club.

Resulta que hoy es martes, aunque esto siga sin ser Bélgica, un buen día para mantener las buenas costumbres; por eso, si pregunto, ¿molesto?: Esuperio, ¿por qué no te mojas? Porque hay momentos en la vida en los que hay que hacerlo. No todo se resume en mojarse en las celebraciones de las victorias. Eso lo hace de cine Gerard Piqué, el compañero de Shakira.

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