El Marino sigue muy centrado en la preparación del partido de vuelta contra el Gavà barcelonés que se disputará el próximo sábado (18 horas) en el campo municipal de La Bòbila. Los luanquinos tienen que superar el empate a uno de la ida en Miramar y afrontan el choque como una final, una más de las que jugaron en los dos últimos meses para meterse en el play-off como cuartos en la Liga regular.

El equipo se entrenó ayer en Miramar con la única baja del central avilesino Boris, que juega con dolor desde hace dos semanas por unas molestias que arrastra en el talón izquierdo y que se acentúan después de los partidos. El cuerpo técnico no quiere arriesgar un empeoramiento de la dolencia y el defensa se entrenó ayer al margen por precaución, aunque en principio no habrá problemas para que se incorpore esta mañana al grupo con normalidad. El resto de la plantilla está bien tras la recuperación de Omar Sampedro, ausente el pasado sábado por una fuerte gastroenteritis, y de Góngora, que también se perdió la ida por una contractura en el isquiotibial.

El equipo realizará esta mañana (10.30 horas) el último entrenamiento en Miramar antes de salir hacia Barcelona porque mañana es jornada de descanso y de viaje a las doce de la noche. La idea es desayunar en camino y entrenarse al llegar para pasar posteriormente al hotel y descansar con vistas al partido, vital para seguir en la pelea por subir.