Caudal y Langreo se juegan la temporada a una sola carta. Mierenses y langreanos se enfrentan a dos retos parecidos en sus respectivos encuentros de vuelta de la promoción de ascenso. Ambos perdieron en la ida y ahora les toca remontar en casa. Los blanquinegros el 2-0 que les endosó el Boiro en la eliminatoria de campeones y los langreanos el 2-1 con el que perdieron ante el Alcalá de Guadaíra. Dos retos para dos de los mejores locales de la fase regular en el grupo asturiano de Tercera División algo que les hace aferrarse a sus opciones de seguir soñando con la Segunda B.

El Langreo fue junto al Real Avilés el mejor local del grupo. Los de Hernán Pérez sumaron 51 puntos en un Nuevo Ganzábal que fue todo un fortín en el que ningún conjunto fue capaz de vencer y sólo tres pudieron empatar.

Estos fueron el TSK Roces (0-0), el Caudal (0-0) y el Oviedo B (1-1). Y estos son, precisamente, los únicos resultados que dejarían fuera de la carrera por el retorno a la categoría de bronce del fútbol nacional al Langreo.

Los guarismos del Langreo en el Ganzábal invitan la optimismo y más teniendo en cuenta que han anotado 49 tantos promediando 2,5 goles por partido y además sólo han recibido seis. El domingo les sirve vencer por 1-0 para sellar el pase gracias al gol de Michu en el descuento en tierras sevillanas.

Si en el seno del Langreo ven con optimismo el poder remontar el 2-1 de Alcalá de Guadaíra en el Caudal parecido aunque la tarea de los mierenses es mayor aún que la de los de Hernán pues los blanquinegros deberán superar el 2-0 que les endosó el Boiro en Barraña pero la meta caudalista es superior pues de remontar serían automáticamente equipo de Segunda B.

El Langreo fue junto al Avilés el mejor local del grupo con 51 puntos sumados pero el Caudal fue el segundo con 50. Eso sí, cedieron una derrota en el Antuña ante los avilesinos (0-1) y dos empates, frente a Tuilla (1-1) y Praviano (2-2) pero lograrían el ascenso en once de los diecinueve duelos jugados en casa. No pasarían en estos tres resultados además de en los triunfos contra Llanes (2-1), Langreo (2-1), Oviedo B (1-0) y en los de las dos últimas semanas ante Marino y Gijón Industrial con sendos 1-0.

Ocho resultados que los alejarían del ascenso pero por guarismos el Caudal puede ser optimista. Sólo cinco equipos han logrado marcar en el Hermanos Antuña recibiendo sólo seis tantos y el bagaje ofensivo de los de Iván Ania ha sido de 47 goles a favor promediando 2,47 tantos por encuentro.

Otro dato para el optimismo es que sólo se quedaron sin marcar en un solo encuentro como locales, ante el Avilés. Todo razones para creer en dos remontadas épicas.