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Fondo Norte

En el adiós del canterano Álex Barrera

Un futbolista que tuvo una aparición estelar y se fue apagando hasta desaparecer de la alineación titular

Con menos ruido del previsible, cuestión normal a la vista del balance final de la temporada, el Sporting está procediendo a un profundo cambio en la plantilla. A los jugadores que han regresado a sus clubes de origen tras las oportunas cesiones, se suman los que se han ido en busca de mejores contratos, casos de Luis Hernández, al Leicester, campeón inglés y por tanto ocupante de plaza en la Liga de Campeones, y de Jony, inquilino de La Rosaleda malagueña, donde se encontrará con Juande Ramos, de regreso a casa, y no con Javi Gracia, su valedor, tentado por los millones del Rubi Kazan. A estos tipos de jugadores se añaden los que terminan contrato sin que el Sporting les haya hecho ofertas de renovación. A Álex Menéndez le ha seguido Álex Barrera, un curioso caso de jugador que apareció deslumbrando y que se ha ido apagando hasta desaparecer de las alineaciones rojiblancas.

Álex Barrera fue, sin duda, el mejor jugador del Sporting en su primer año en el primer equipo. Su etapa con José Ramón Sandoval lo convirtió en una especie de gran esperanza blanca. Cuando el entrenador de Humanes se fue, el futbolista fue perdiendo papel. Los más finos analistas del lugar aseguran que cayó en desgracia con Abelardo porque el entrenador considera que se borró de la eliminatoria del play-off ante la UD Las Palmas por unas molestias mínimas y por estar más pendiente de cuidar de sus piernas ante una supuesta oferta que de los intereses del equipo. Ni llegó el ascenso del Sporting, eliminado por los canarios, ni llegó aquella millonaria oferta. Álex Barrera se lesionó después de verdad y se quedó sin sitio en la alineación titular de un Sporting que desde entonces ha vivido dos temporadas felices. Ahora Álex Barrera ha de volver a empezar, buscar un equipo que le dé confianza y sitio y recuperar aquel juego que lo acercó a la gloria. Ahora mismo ha de reiniciar una carrera que, ojalá, le resulte de lo más brillante y triunfal.

El caso de Álex Barrera no es, ni mucho menos, inédito en la historia del fútbol. Ayer mismo, damas y caballeros, señoras y señores diputados, el exportero del Real Madrid Dudek recordaba cómo empezó el enfrentamiento entre Mourinho y Pedro León, en los primeros días del portugués en el club blanco. El jugador acababa de llegar del Getafe y se creyó una estrella. Mourinho lo mandó calentar en un partido contra el Levante y lo descubrió parado junto al banderín del córner. Lo sacó al campo y falló dos claras ocasiones de gol. Le recriminó los fallos y su falta de preparación y le dijo que no quería jugar en el Real Madrid. Convocó a un canterano para el partido siguiente y el murciano, hermano de un ilustre ciclista, pasó a la grada. Regresó al Getafe, ahora en Segunda. Hay trenes que no se pueden dejar pasar.

Como no se pueden dejar pasar las buenas costumbres; por eso, si pregunto, ¿molesto?: Esuperio, ¿de las listas de objetivos del Sporting para la próxima campaña cuál es la interesante o la verdadera? Porque hay nombres en ellas que producen escalofríos, como si se entrara en el túnel del tiempo.

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