Estos son mis últimos instantes con la camiseta del Real Sporting de Gijón, muchos sentimientos juntos... Club donde conseguí, junto con mis compañeros pero sobre todo amigos, gran parte de los sueños que tenía de niño. Me voy con la cabeza alta y lleno de orgullo, sabiendo que di todo de mí, vaciándome en cada momento y defendiendo con todo mi corazón esta camiseta y este escudo. Gracias, gracias Gijón por vuestro cariño y por hacer de vuestra casa, mi casa. Siempre os estaré agradecido. Se despide un toledano con corazón rojiblanco. ¡Puxa Sporting!