La igualdad en Segunda es tanta que a falta de dos partidos hay todavía diez equipos luchando por cosas importantes en la parte alta de la tabla. Es el caso del Oviedo, que es noveno con 59 puntos y que si gana los dos partidos que le quedan tiene garantizada su presencia en la promoción de ascenso a Primera. Y es que si se impone mañana (20 horas) al Zaragoza habrá superado a los aragoneses en la clasificación, lo mismo hará con el Osasuna si le gana en la última jornada. En ese caso también tiene garantizado superar al menos a uno de los contendientes del Girona-Alcorcón que se juega mañana.

Para el ascenso directo sólo hay ya tres candidatos. El Alavés, con 71 puntos, tiene muy cerca el objetivo. Los vascos tienen cuatro puntos de renta sobre el tercero, el Nástic. Una victoria mañana en casa ante el Numancia les garantiza el ascenso. Un empate también les vale si además el Leganés pierde o el Nástic no gana. En caso de derrota necesitarán que el Nástic también pierda en su encuentro ante el Lugo. El Leganés también podría celebrar el ascenso mañana. En su caso necesitan ganar y que el Nástic no sume los tres puntos. El conjunto catalán, que tiene muy cerca su clasificación matemática para disputar la promoción de ascenso, necesita que el Leganés no gane alguno de sus dos partidos o que el Alavés como mucho empate mañana y después ganarle en la última jornada, en la que se enfrentan entre ellos.

Pero las que están realmente disputadas son las tres plazas que hay en juego para la promoción de ascenso, pues una es segura para uno de los tres primeros. Desde el cuarto hasta el séptimo clasificado están empatados a 61 puntos. El octavo, el Girona, está a un punto. Y el Oviedo, noveno, a dos. El Elche conserva algunas opciones matemáticas, pero, con 56 puntos, tiene muy difícil entrar en la promoción.

Las combinaciones son muchas y hasta el noveno, que es el Oviedo, todos dependen de sus propios resultados. Los que estén mejor en estas dos últimas jornadas serán los que se lleven el gato al agua. Una lucha en la que muchos de los implicados se las tendrán que ver con equipos que se están jugando la permanencia. Es el caso del Osasuna, que recibe a un Huesca que quiere evitar cualquier sorpresa final y certificar matemáticamente la permanencia. Un equipo el oscense que se le está atragantando a los equipos de arriba. Ganó en el campo del Oviedo (0-1) y en el del Leganés (2-3), y el jueves empató (1-1) en casa ante el Zaragoza. El Córdoba, por su parte, visita el campo de un Mallorca que tan solo tiene dos puntos de renta sobre los puestos de descenso a Segunda División B.