El Avilés se volvió a quedar en el camino del ascenso a Segunda B después de que se vieran 24 penaltis en el Suárez Puerta y fracasa en la tercera intentona por subir de los cuatro último años, dos a Segunda B y otro a Segunda. En esta ocasión fue más doloroso, si cabe, porque el equipo no hizo un buen partido cuando más se esperaba de su capacidad para superar el 1-0 adverso de la ida y acabó cediendo ante el Lagun Onak en los penaltis después de desperdiciar tres lanzamientos para pasar ronda.

El conjunto guipuzcoano mereció seguir en competición porque tuvo las mejores ocasiones durante el partido, pero se encontró con los postes de Guillermo en dos remates francos.

El primer tiempo estuvo más igualado. Los primeros minutos fueron de tanteo y con los dos equipos tratando de adaptarse al agua del campo, que se convirtió en un enemigo más para ambos. El Lagun Onak dejó claro muy pronto que no se iba a encerrar a defender el 1-0 de la ida y siempre buscó el área de un Avilés que salió sin ansiedad, como había pedido el técnico, Pablo Lago, durante toda la semana.

La primera local llegó en el minuto 15, en un remate de cabeza de Cristian a saque de córner de Marcos Torres desde la izquierda que atrapó Otaño sin problemas. Los mismos protagonistas crearon una ocasión en el 18, esta vez con una falta desde la banda derecha, y con Otaño haciéndose con el balón. El Avilés tenía más control cumplido el minuto 20, pero el Lagun Onak no renunciaba a estirarse en cuanto tenía el balón y el juego era entretenido.

Los guipuzcoanos parecían mejor adaptados al agua y a la media hora dominaban el centro del campo mientras el juego del Avilés se oscureció. Y cuando peor parecían los locales llegó la jugada del gol. Fue un balón que peleó y centró Marcos Torres por la derecha y Cristian aprovechó el rechace del portero para marcar a puerta vacía.

Lo más difícil se había conseguido pronto y la eliminatoria estaba igualada con mucho tiempo por delante para buscar el segundo y el pase a la segunda ronda. Marcos Torres tuvo una buena ocasión en el 40 en una falta directa que Otaño envió a córner con apuros. Los visitantes volvieron a coger el control en los últimos minutos de la primera parte, pero no pasó nada más hasta el descanso.