La eliminación ante el Lagun Onak en los penaltis (7-8) después de empatar la eliminatoria en el primer tiempo fue un golpe muy duro para el Avilés y los técnicos, jugadores, directivos y afición aún asimilan el golpe. El momento es complicado pero a la hora de hacer balance el entrenador, Pablo Lago, entiende que este año tuvo cosas muy positivas cara al futuro inmediato. "El domingo fue un día muy duro para todos por la forma que se perdieron las opciones de seguir en la pelea por el ascenso, pero esta temporada se ha generado un comienzo muy bueno para empezar a crecer deportivamente con las cosas bien hechas y crear un gran Real Avilés con el apoyo de una afición espectacular", señaló.

Y es que a Lago le impresionó la respuesta de la afición el domingo, mejor de la que él se esperaba tanto por el número de aficionados que acudieron al Suárez Puerta (unos 2.500), como por la forma que animaron al equipo en un momento importante para el club. "Para mi fue un espectáculo, sin duda lo mejor de la temporada, porque además tuve la ocasión de vivirlo desde la grada cuando me expulsaron y desde allí es aún más impresionante que abajo". Y añadió: "Hemos ganado partidos importantes contra los de arriba y hemos hecho cosas buenas durante esta temporada, pero me quedo con lo que nos transmitió la gente porque se volcó con el equipo. Hubo un sentimiento que era difícil intuir para esta temporada viendo los primeros partidos de Liga, con muy poca gente en la grada porque había muchas dudas respecto a las posibilidades del equipo".

La conclusión, explica, es que la eliminación es más dolorosa, si cabe, porque el equipo consiguió volver a ilusionar a la afición después del traumático descenso de la pasada temporada. "Fue una pena porque los jugadores se han vaciado, y verlo tan cerca como lo tuvimos con nuestra gente entregada desde el primer minuto da mucha rabia no haber pasado y darles una alegría".

El técnico tuvo un recuerdo especial para los futbolistas que fallaron los penaltis. "Acabaron llorando en el vestuario porque es tremendo lo que sufren, es algo que queda marcado en un jugador para toda la vida", explicó.

El futuro del técnico es una incógnita, aunque reconoció en la rueda de presa posterior al partido contra el Lagun Onak que club maneja un proyecto "espectacular" para el próximo año y que hay "muy pocos equipos" que tengan ahora esa capacidad. La directiva ofreció la renovación al veigueño hace varias semanas, pero el técnico dice que "hay tiempo" para decidir el futuro. "Hemos hablado y el club mostró interés hace tiempo. Se lo agradezco pero no quise ni siquiera sentarme con ellos, más que nada para que los jugadores estuvieran tranquilos y centrados en la disputa del play-off, ahora hablaremos y veremos lo que pasa porque hay muchas cosas por delante que hacer estos días", señaló.

El tiempo es importante porque, a diferencia de la pasada temporada que se empezó a trabajar muy tarde y cuando los equipos rivales ya tenían prácticamente cerradas las plantillas, la idea este año es que estén todos los jugadores, o la mayoría, para empezar los entrenamientos a mediados de julio. "Queda margen porque, aunque la Liga ya acabó para muchos equipos y hay jugadores que están buscando un hueco para la próxima temporada, aún hay otros en competición", comentó.

Lago asegura que "he pasado aquí quizás mi mejor año como entrenador a pesar de no quedar primeros ni segundos", pero, explica, "por el reto que era y por la exigencia del sitio fue el año más complicado con mucha diferencia, y el año que más contento salgo por lo que he vivido y como he visto a la gente volcada con su equipo. Eso llena la temporada y te quedas un poco en deuda con la gente, que se ha llevado un palo".

El club cumplió en el aspecto económico, una circunstancia que, según Lago, le refuerza a nivel deportivo porque, explicó, "se han creado unas bases muy buenas para seguir trabajando, y a nivel de institución se ha levantado algo que en verano tenía muy poca credibilidad y eso es vital para que los jugadores quieran venir al Avilés y asegurar el futuro deportivo". El resumen, en su opinión, es que "se ha dado un paso importante a todos los niveles para que el próximo año se pueda hacer un equipo que gane el título".

El campeonato tiene que ser el objetivo, en opinión del técnico. "Está claro que el Avilés tiene que hacer un equipo para ganar la Liga el próximo año y tener más opciones de ascender a Segunda B que es donde tiene que estar, por lo menos, y tiene tiempo para prepararlo aprovechando la base que se ha hecho este año". Y concluyó: "Este año era casi imposible pelear por el primer puesto con el Caudal y el Langreo, y a pesar de ello hicimos muchos puntos para tener opciones".