A Fernando de la Vega le vinieron a la cabeza muchos recuerdos cuando se enteró por la prensa de que Arturo Pomar había fallecido. El que fuera niño prodigio del ajedrez español también fue su amigo. Una persona con la que compartió buenos momentos de juventud.

De la Vega nació en Sama y se niega a decir su edad. Es un prestigioso dermatólogo que sigue atendiendo a decenas de pacientes cada día, que ama la medicina y que se siente joven. Para él la edad importa poco porque está aún muy activo. Su amistad con Arturo Pomar nació en el casino La Montera, en Sama, cuando los dos eran poco más que unos niños. El legendario ajedrecista español se desplazó hasta la localidad langreana para jugar unas simultáneas. En esos tiempos Sama era un lugar rebosante de actividad. El pequeño ajedrecista mallorquín ganó a todos los que se enfrentaron contra él. Y tras la exhibición trabó amistad con Fernando de la Vega.

Unos años después, con tan solo 16 años, De la Vega comenzó sus estudios de Medicina en Valladolid. Nieto, hijo y padre de médicos, se fue a cursar unos estudios que a la vez eran vocacionales. Y es que De la Vega considera que su profesión es "la más importante del mundo. Puedes ser todo lo rico que quieras pero sin salud no tienes nada", añade.

Y allí, en Valladolid, volvió a encontrarse con Pomar, al que describe "como introvertido y tímido". El genio mallorquín daba otra exhibición y hasta La Pérgola, lugar donde se celebraba, se acercó Fernando de la Vega. Era septiembre y el asturiano estaba en Valladolid porque tenía que examinarse de una asignatura que le había quedado durante el curso. Cuando llegó, Arturo Pomar lo reconoció enseguida. Se saludaron y él fue uno de los jugadores que enfrentó el siete veces campeón de España. Y allí consiguió hacerle tablas.

Fernando de la Vega explica que en esa época el ajedrecista, cuando salía por España a dar algunas de sus exhibiciones, estaba algo solo. Y aprovechando su amistad y que eran fiestas en Valladolid, en las mismas fechas que en Oviedo, puesto que las dos ciudades celebran San Mateo, salieron juntos unos cuantos amigos. Los seis que se ven en la imagen que acompaña esta información. Fueron a un baile y tuvo que ser De la Vega, el asturiano, el encargado de que Arturo Pomar encontrara con quien bailar.

"Él era muy tímido y todos los que fuimos al baile sacamos a alguna chica, pero ninguno de mis acompañantes consiguió que alguna bailara con Arturo. Hasta que llegué yo y les dije que era Arturo Pomar, campeón de España de ajedrez. A partir de ahí bailó con todas y lo pasamos muy bien", rememora con añoranza este prestigioso médico. Ahora, con quien le cuesta hacer tablas es con su nieto, Nicolás de la Vega, que, con 10 años, ya ha empezado a despuntar en ajedrez.