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Adiós al "Hispano" más grande

Alberto Entrerríos anuncia su retirada como jugador después de dos décadas en la élite y de haber atesorado un palmarés excepcional

Alberto Entrerríos, a la derecha, celebra un gol con la selección con su hermano Raúl. REUTERS

"El verdadero motivo que me lleva a parar está en mi cabeza. No me siento capaz de plantearme nuevos objetivos como jugador y un deportista sin objetivos no puede ser competitivo. Después de veintidós temporadas al máximo nivel es el mejor momento de poner fin a mi carrera". Las palabras las pronunciaba ayer el asturiano Alberto Entrerríos para anunciar que esta noche disputará con el Nantes, su equipo los cuatro últimos años, y frente al Nimes, su último partido en la élite...

Dos décadas de fintas, goles y, sobre todo, de una manera de entender el balonmano en la que el interés colectivo siempre ha primado sobre el lucimiento personal. "¿Cómo quiere ser recordado?", le cuestionaban en pleno Mundial de España, su gloriosa despedida con la selección. "Como un jugador de equipo, como un compañero que ha respetado al de al lado y al de enfrente", respondió. Podía haber tirado de palmarés, presumido de títulos. Lo ha ganado todo... pero siempre antepuso el grupo al individuo.

"He tenido la suerte de jugar en los mejores equipos del mundo, de aprender de los mejores entrenadores del mundo, de compartir vestuario con los mejores jugadores del mundo. Gijón, Oviedo, León, Barcelona, Ciudad Real, Madrid y Nantes fueron mi casa durante una época de mi vida y en todas ellas me sentí querido", añadió Entrerríos ayer en su despedida. Un Entrerríos que demostró condiciones de superestrella desde que en 1997, con apenas 20 años, irrumpió en las filas del Balonmano Naranco en la Liga Asobal.

En el conjunto ovetense no tardó en destaparse como uno de los mejores laterales de la competición, que cerró ese año como quinto máximo goleador, lo que propició un año más tarde su fichaje por el Ademar de León, con quien conquistó en 2001 su primer título de Liga.

Para entonces ya se había hecho un hueco de la mano de Juan de Dios Román en la selección española, con la que en enero de 2000 lograba su primer éxito: la medalla de bronce en el Europeo de Croacia. Un metal que cambiaría cinco años más tarde por el oro en el Mundial de Túnez 2005, con un Juan Carlos Pastor como seleccionador que no duda en asegurar que es "el mejor jugador de la historia del balonmano español, tanto técnica como tácticamente".

En el Ademar sólo militó una campaña antes de pasar al Balonmano Ciudad Real, donde el gijonés militó diez campañas en las que conquistó, entre otros muchos títulos, tres Ligas de Campeones. Un período en el que amplió también su palmarés con la selección al añadir una medalla de plata en el Europeo de Suiza (2006) y un bronce en los Juegos Olímpicos de Pekín (2008).

"Es sin duda el jugador más creativo que ha existido en España", afirma Talant Dujshebaev que, primero como jugador, tanto en el Ciudad Real como en la selección, y luego como entrenador compartió durante más de un decenio banquillo con el mayor de los Entrerríos.

Una relación que se rompió en el verano de 2012, cuando Alberto Entrerríos abandonó el Atlético de Madrid, sucesor del Ciudad Real, para enrolarse en el Nantes francés, con quien logró la Copa de la Liga, además de disputar dos finales de la Copa EHF.

En 2012 también vivió Alberto el disgusto de quedarse fuera de la lista para los Juegos de Londres. España caía en cuartos de final y el entonces seleccionador, Valero Rivera, reconocía poco después que no haber llevado al gijonés había sido "el mayor error de toda mi carrera". Rivera tuvo ocasión de rectificar al año siguiente y España lograba en casa su segundo oro mundial bajo el liderazgo de Alberto Entrerríos.

"Para mí, y no lo digo como hermano, ha sido uno de los mejores de España... si no el mejor. No ha habido un jugador que interprete el balonmano como lo ha interpretado él. Podría seguir jugando hasta que quisiese, porque aunque vaya andando 've' el balonmano, y no hay muchos jugadores de los que pueda decirse eso. Es algo que siempre le ha dado ventaja. Pero con 39 años, cerca de los 40, es una edad muy razonable para dejarlo sobre todo teniendo en cuenta todo lo que ha hecho y toda la guerra que lleva encima". Y es que si un palmarés pesa ese es el de Alberto Entrerríos, el "Hispano" más grande.

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