No sé lo que entenderá Joaquín del Olmo por un entrenador de primer nivel, pero si quería despistar a la gente lo ha conseguido. Fernando Hierro fue uno de los mejores futbolistas de España, un líder natural tanto en el Madrid como en la selección. Como director deportivo de la Federación Española, se le reconoce un trabajo en la sombra, que coincidió con la etapa más gloriosa de la Roja. Y en el Málaga contribuyó a la formación de la plantilla que llevó al club de su tierra muy arriba, tanto en España como en Europa. Lo más parecido a un trabajo de entrenador fue su papel de ayudante de Carlo Ancelotti en la temporada 2014-15. No pasa nada, tampoco sería la primera vez que un gran nombre del fútbol debuta con éxito directamente en un banquillo profesional. Pero, a la espera de tener los primeros datos sobre el terreno, cuesta aceptar a Hierro como "entrenador de primer nivel". Lo importante, al margen de su conocimiento, es que el Oviedo arme una buena plantilla, que sanee el vestuario y que Hierro tenga el apoyo que Del Olmo le negó a Egea.
