Iván Ania ya piensa en el sorteo de esta mañana, a las doce, para la eliminatoria final por el ascenso a Segunda División B aunque valora como muy positivo el encuentro que hizo su equipo contra el Cayón aunque lamenta las bajas de Súper y Ríchard para el duelo de ida por sanción.

"El partido era difícil pese a que veníamos de un 0-2 en su campo que nos daba confianza pero cualquier despiste o cualquier acción buena del rival que nos costara un gol les hubiera metido en la eliminatoria y a nosotros nos hubiera metido el miedo en el cuerpo pero no hubo síntomas de relajación sino que el equipo estuvo muy concentrado", confesó el técnico blanquinegro. Para el ovetense "hicimos una muy buena primera parte en la que marcamos un tanto y creo que pudimos haber hecho más pues llegamos muy bien por las bandas y por dentro aunque nos faltó marcar el segundo gol que hubiera cerrado la eliminatoria definitivamente".

Si en el primer acto el Caudal estuvo mejor "la segunda fue distinta. El ritmo bajo muchísimo. El partido fue lento y trabado y más tras la expulsión de Ríchard a partir de la cual nos tocó juntarnos y defender".

La peor parte del duelo ante los cántabros es que Súper vio su tercera cartulina amarilla y no jugará la ida de la última eliminatoria y Ríchard se perderá este duelo al ser expulsado ayer. Ania explicó que "la nota negativa es que perdemos a dos jugadores importantes pero hay que pensar que somos un plantilla amplia de veintidós futbolistas y el que salga lo hará igual de bien o mejor que los que nos están", eso sí matizó que "lo bueno es que no hubo lesiones que es algo que debemos tener en cuanta pues estamos ya con la temporada muy entrada".