París, Javier ALBISU

Con dos victorias amarradas en el último suspiro y muchas dudas en su juego, Francia intentará insuflar confianza a su afición superando a Suiza en un choque en el que estará en juego el liderato del grupo A. El escenario guarda un buen recuerdo para los helvéticos, pues en el Pierre-Mauroy de Lille Roger Federer y Stan Wawrinka ganaban la Copa Davis en 2014 ante los "bleus".

Rivalidades vecinales aparte, el partido ante Suiza será la prueba del nueve para la anfitriona, que hasta ahora ha sacado los partidos adelante en el último suspiro y con un fútbol tosco ante contrincantes modestos.

La falta de brillo de los "bleus" afecta especialmente a sus estrellas de forma que, tras un primer apagado partido ante Rumanía, de cara al segundo contra Albania el seleccionador galo, Didier Deschamps, dejó en el banquillo a sus referentes: el delantero del Atlético de Madrid Antoine Griezmann y el centrocampista de la Juventus Paul Pogba.

Ambos salieron en la segunda parte como recambio en una operación que se reveló exitosa solo a medias. Lo fue en el caso de Griezmann, que marcó en el minuto 90 el agónico tanto de la victoria, que confirmó Payet con el 2-0 en el minuto 96. Pero no tanto para Pogba, que en la celebración de ese primer gol lanzó a la grada un supuesto corte de mangas que ha dado mucho que hablar en Francia, aunque el agente del jugador haya negado el gesto ("un movimiento que se ha sacado de contexto").

Pogba, de 23 años, ha arrancado con mal pie la Eurocopa, a la que llegó entre rumores de que podría fichar por el Real Madrid y convertirse en el traspaso más caro de la historia del fútbol.

Invisible en el primer partido e intrascendente en el segundo, tanto ruido se ha generado alrededor del jugador que los suizos se permitieron lanzar una pequeña broma a sus rivales en las redes sociales. "Eh, Francia, vuestro problema no es #Pogba, somos nosotros", publicó en Twitter el equipo de una Suiza que todavía aspira a ser primera de grupo tras derrotar por 0-1 a Albania y empatar 1-1 contra Rumanía, en tanto un empate les basta para certificar su pase a octavos.

Dirigidos por Vladimir Petkovic, los helvéticos se encomendarán a Mehmedi, Djourou y Rodriguez para aguar la fiesta a los galos que, aún en el peor escenario, tienen garantizado el pase a octavos en una Eurocopa en la que, a base de poco fútbol y muchas ausencias (Benzema, Ribéry, Varane, Gameiro...) han ido desprendiéndose del cartel de favoritos que ahora intenta recuperar.