Lyon, J. VILLAGARCÍA

La selecciones de Rumanía y Albania juegan un partido a vida o muerte, puesto que sólo les vale la victoria si quieren aspirar a meterse en octavos.

En principio al combinado rumano le valdría con sumar los tres puntos para, sin importarle lo que suceda en el Suiza-Francia, finalizar entre los cuatro mejores terceros. Albania, en cambio, en caso de ganar quedaría a expensas de un milagro ya que llega a esta jornada final de la primera fase sin haberse estrenado.

La estadística coloca al conjunto que dirige Angel Iordanescu como favorito porque Rumanía nunca ha perdido en partido oficial contra Albania. De las ocho veces en que se han enfrentado, seis acabaron con victoria y dos -las dos últimas- con empate.

Iordanescu ya tiene recuperado de sus problemas físicos a Bogdan Stancu, autor de los dos goles de su selección en el torneo, ambos de penalti. Por parte albanesa, el italiano Di Biasi tiene la importante baja de su pivote defensivo Burim Kukeli, sancionado por acumulación de tarjetas.