Cualquier deportista de Rusia o Kenia que desee participar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro tendrá que someterse a controles individuales de dopaje y declarado elegible por la federación internacional de su deporte, dijo este martes el presidente del Comité Olímpico, Thomas Bach.

La medida especial se está introduciendo debido al estado insatisfactorio de los organismos antidopaje en ambos países, lo que a juicio de Bach pone "muy serias dudas sobre la presunción de inocencia".

Los atletas rusos permanecen suspendidos para participar en Río ya que el COI ofreció "respeto, aprobación y apoyo" a una prohibición general contra ellos por dopaje sistémico. La medida fue extendida el pasado viernes por el ente rector del atletismo mundial, la IAAF.

Pero en declaraciones al final de una cumbre de dopaje, Bach dio a los atletas rusos que no estén involucrados en casos de dopaje una oportunidad de competir por su país en Brasil a pesar de la sanción. Cualquier atleta que tenga éxito en su apelación ante el Tribunal de Arbitraje del Deporte podría competir bajo la bandera rusa, aseguró el alemán.

Se espera que esta decisión apacigüe un poco a los rusos, descontentos con la prohibición impuesta a sus atletas para participar en el evento deportivo más importante del mundo.

Bach dijo también que en la cumbre, que incluyó a federaciones deportivas y comités olímpicos, se decidió revisar completamente el sistema antidopaje y solicitar a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) la celebración de una conferencia el próximo año.

La IAAF suspendió a Rusia el año pasado debido a las preocupaciones de que sus atletas fueran culpables de participar en actividades sistemáticas de dopaje y confirmó la sanción la semana pasada.