La ambición de Iván Ania ha llevado al Caudal al regreso a Segunda División B. No fue por la vía rápida como le hubiera gustado al entrenador ovetense pues el Boiro les apartó en la ronda de campeones, pero sí lo fue por el camino largo. Los mierenses, como ya hicieran hace una semana en El Mazo, vencieron al Haro en el Hermanos Antuña y confirman un esperado retorno a la catyegoría de bronce del fútbol nacional ante el deleite de un coliseo blanquinegro que se llenó para acabar celebrando el ascenso en la fuente del Vasco.

Este Caudal ha cerrado un ciclo increíble con el tercer ascenso de cuatro intentos. Sólo el Haro apartó al club del retorno a Segunda B el pasado curso pero éste los de Ania les han dado toda una lección de fútbol a un cuadro riojano que pasó por el Antuña con más pena que gloria. El Caudal ya les venció por 0-2 en el ida en un festival de juego blanquinegro dejando casi sentenciado el ascenso. Los de David Ochoa buscaron la remontada en Mieres alejándose del balón. El cuadro riojano, ante la clara superioridad técnica blanquinegra, quisieron llevar el partido al "otro" fútbol. El del contacto, el choque, las segundas jugadas y el balón parado, pero a este Caudal es muy complicado sorprenderle. El batacazo que significó el 2-0 que les endosó el Boiro en Barraña marcó el camino. Esa aciaga tarde el plantel se conjuró y desde entonces han sido cinco triunfos los que han sumado los de Ania y no han recibido ni un solo tanto en contra. Cinco duelos, uno ante el Boiro, dos contra el Cayón y otros tantos ante el Haro. 450 minutos sin recibir un tanto y siete a favor son las marcas de la casa en esta fase de ascenso.

El Haro apeló al físico para remontar y se encontró al Caudal más práctico. Ayer no fue el equipo vistoso que enamoró en El Mazo o en Cayón, ni el del Antuña frente al Borio, pero sí el más competitivo. Los mierenses se arremangaron conscientes del 0-2 de la ida. Apenas se complicaron la vida y cuando pudieron combinaron. Los de Ochoa adelantaron lineas. El técnico introdujo un once más ofensivo con Leo y Txutxi en punta pero el Caudal no concedió nada, no cometió ni un solo error.

En los primeros compases el partido era feo. El Caudal no podía bajar el balón al piso ante la presión riojana pero ahí surgió otro de sus cualidades: la presión. Annunziata achuchó la salida de la zaga visitante para que Iván Fernández se la cediera de cabeza a Javi Sánchez quien "fusiló" a Javi Pérez con una gran volea para encarrilar una ascenso que ya lo estaba de por sí tras el duelo de El Mazo.

El Haro se descompuso y, sobre todo, se desquició. Los riojanos quisieron presionar pero sin cabeza. Siempre llegaban tarde al balón y en el primer acto vieron cinco cartulinas amarillas que resultaron hasta escasas ante su excesivo ímpetu.

El Caudal no les dio opción y sólo dispararon una vez a puerta en el primer acto a la meta de un Chechu Grana que fue la sorpresa ante una lesión de Bussman que le sirvió para demostrar que es un meta de presente y de futuro. Tras el descanso los visitantes salieron entonados pero el Caudal controló los tiempos del duelo a la perfección.

Poco a poco el Haro se fue desquiciando y en el minuto 79 quedaba con uno menos al ser expulsado Cerezo con roja directa tras una dura entrada sobre Óscar Pérez. El duelo finiquitó con el Caudal esperando a que el colegiado Rivera García señalara el final y poder celebrar un merecido ascenso que confirma al gran temporada de un equipo que cierra un ciclo que comenzó con un Ania señalando: "No subir sería un fracaso". Ha sido un éxito.