Entre todos los nuevos destinos para la próxima temporada hay uno que destaca por encima para el aficionado azul. El ascenso del Cádiz el pasado fin de semana significa que el Oviedo regresará al Ramón de Carranza, el estadio que presenció la mayor alegría carbayona de los últimos años, con el ascenso del equipo dirigido por Sergio Egea a Segunda División. El Cádiz se impuso al Hércules en la última eliminatoria de la fase de ascenso (1-0 en Cádiz y 0-1 en Alicante) y logró subir a pesar de que acabara la temporada regular en la cuarta posición.

Para la mayor parte de los seguidores azules la visita a Cádiz supondrá revivir un grato recuerdo, pero no para todos. En el Carranza, 155 seguidores, la mayoría de ellos pertenecientes al grupo Symmachiarii, se quedaron retenidos en las inmediaciones del estadio sin ninguna razón aparente. Las fuerzas de seguridad no les dejaron acceder argumentando un exceso de aforo en la zona que los aficionados del Oviedo debían ocupar por razones de seguridad.