Poner una semilla en un gigante como China puede dar grandes frutos. Así se lo plantea el Oviedo, que ha apostado por crecer en el país asiático. Y lo está haciendo en varios frentes. Las redes sociales son una buena forma de darse a conocer y por eso el club abrió una cuenta en Weibo, la principal red social de China. La ampliación de capital de noviembre de 2012 tuvo eco en el país más poblado del mundo y eso permitió también que se creara una Asociación de Accionistas chinos del Real Oviedo, impulsada por dos pioneros como Chen Yaoyi y Liu Yu.

Pero el club quiso ir más allá y el pasado mes de marzo mandó a un grupo de personas a China. Encabezados por César Martín, responsable de relaciones institucionales del Oviedo, esta delegación visitó varias ciudades chinas, se reunió con empresarios, con miembros del Gobierno de uno de los distritos de Shangai y con representantes de la Asociación de Accionistas chinos del Real Oviedo.

En esta delegación iban también dos entrenadores de las categorías inferiores del club: Carlos Cuello y Matías Vigil. Y es que uno de los grandes proyectos que pretendía poner en marcha el Oviedo era la creación de una escuela en China. Enseñar un deporte cada vez más seguido en un país tan potente para que se familiaricen con la entidad azul y con su forma de trabajar. La escuela está ubicada en Changning, uno de los dieciocho distritos que componen la ciudad de Shanghái. Sólo esté distrito cuenta con una población de 964.000 personas.

Carlos Cuello y Matías Vigil han vuelto a Oviedo de vacaciones tras cumplir tres meses trabajando en China. Un tiempo que les permite sacar unas conclusiones iniciales sobre este proyecto. En declaraciones recogidas por el Oviedo, los dos entrenadores explican lo que están haciendo en el gigante asiático: "El Oviedo quiere desarrollar su fútbol base en China porque allí no hay mucha cultura futbolística. Nosotros fuimos a llevar y tratar de implantar la idea que tenemos del fútbol base y que se desarrolla en El Requexón".

La experiencia que han vivido estos tres meses les ha dejado huella. "Es espectacular, algo único y que no se puede dejar escapar. Convives con gente de otras culturas y te das cuenta de las diferencias entre los países", indican. En cuanto a lo futbolístico, aunque se trata de un país al que le queda mucho por mejorar, reconocen que "empiezan a crecer". "Entendemos que con nuestra ayuda estamos haciendo que chicos que no saben nada de fútbol empiecen a interesarse y querer mejorar día a día", añaden.

Más específicamente, Carlos Cuello y Matías Vigil explican que la principal deficiencia que tienen es que no tienen "una base como sucede aquí. Allí hay que desarrollar mucho el nivel táctico, que es su asignatura pendiente", reconocen.

Los entrenadores también se han mostrado sorprendidos porque el Oviedo haya llegado hasta un lugar tan recóndito como China: "Es algo interesante que con tantos kilómetros de distancia surja esta conexión. Hay unos 1.500 accionistas y otros aficionados que siguen el día a día del club". Y la principal forma que tienen en China de seguir al Oviedo es la red social Weiboo. "Nos han transmitido la necesidad de fomentarla", concluyen.