Alemania, tras una agónica tanda de 18 penaltis, acabó con la maldición frente a Italia, a la que superó por primera vez en la fase final de una gran competición, y jugará la semifinal, el jueves, en Marsella, contra el ganador del Francia-Islandia, que se disputa esta noche.

La tanda de penaltis reflejó un encuentro con mucha más tensión que acierto. Hasta ese momento, estos cuartos de final con sabor a partido grande defraudaron porque, temerosa de la historia Alemania, que nunca había ganado a los "azurri" en competición oficial, y respetuosa de los galones del campeón del mundo Italia, los dos gigantes europeos tomaron excesivas precauciones.

Alemania no fue reconocible, tuvo el balón pero no combinó. Italia sí, trató de ejercer la misma presión alta que ahogó a España, pero sobre todo, quiso reducir al máximo los errores. Entre las dos, ofrecieron un pobre espectáculo.

Sólo tras 40 minutos de pases previsibles y de robos de balón inocuos, Alemania e Italia comenzaron a crear algo de peligro.

Los campeones del mundo se acercaron a la meta de Buffon con un remate de cabeza alto de Mario Gómez y tuvieron la mejor ocasión con un fallido disparo de Müller desde el centro del área, dos minutos después.

Acto seguido, respondió Italia con una jugada que ya le dio frutos en el primer partido contra Bélgica; un pase largo de Bonucci, a la espalda de la defensa, sobre la entrada de Giaccherini que, en esta ocasión, centró sin encontrar rematador. El balón despejado por Boateng le cayó a Sturaro, pero éste disparó desviado.

Tras el descanso, quiso Alemania ir a por el partido, subió líneas y comenzó a meter a Italia en su campo. Sin apenas respuesta, el equipo de Antonio Conte sufrió con un disparo de Müller que sacó con un acrobático despeje Florenzi (m.54) y se encontró con el encuentro cuesta arriba ocho minutos después.

Fue una jugada sin aparente peligro, con Mario Gómez protegiendo el balón en una banda tras un pase largo de Neuer. Rodeado, con tres italianos como espectadores, el delantero metió el balón al área ante la entrada de Hector y el lateral se lo puso a Özil, que no falló.

Casi acto seguido, Gomez solo ante Buffon tuvo la sentencia, pero el capitán italiano adivinó el taconazo del alemán y lo despejó.

Dejó con vida Alemania a Italia y ésta se encontró con el empate casi de casualidad, por un inocente penalti de Boateng, que en pugna con Chellini en su área, saltó con los brazos en alto y rechazó la pelota con el antebrazo. El penalti lo ejecutó Bonucci para cambiar el ánimo de la eliminatoria.

Los campeones del mundo, entonces, se acordaron de los precedentes y les entró miedo. Y aunque la "azzurra" aún lo intentó con un disparo de De Sciglio que dio un lateral, tampoco le pareció mal la prórroga.

Pero sólo la selección alemana creyó en la oportunidad que ofrecía el tiempo añadido y disparó media docena de veces sin puntería, ante un rival que no se quiso exponerse al error, esperó el del adversario y, como éste no llegaba, confió en los penaltis.

La tanda inacabable de penaltis, donde les temblaron las piernas a casi todos, al final la decidió Neuer con su parada y un último acierto de un defensa, el joven Hector, que acaba con la racha italiana ante Alemania.