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La pesadilla de Raúl, el sueño cumplido de Borja

Oviedo, M. D. B.

A falta de cinco segundos y por un penalti. Así de cruel fue la exclusión de la selección española de balonmano en el preolímpico de Suecia, lo que impedirá la segura presencia del gijonés Raúl Entrerríos en Brasil. Por ahí también se esfumó una de las opciones de podio de España, apartada de la lucha por las medallas en Londres también por un gol en el último segundo de la posterior campeona, Francia.

Y, sin embargo, sí habrá un asturiano jugando al balonmano en el torneo olímpico de Río de Janeiro. Será Borja Vidal Fernández, un valdesano de 34 años que encontró su oportunidad de engancharse al gran acontecimiento del deporte cuando recibió una oferta de un equipo qatarí en 2013. La llegada a la selección de Qatar de un técnico español -Valero Rivera-, acabó de allanar un camino que para Borja Fernández siempre estuvo muy empinado en España. Aceptó la oferta para nacionalizarse qatarí y, desde entonces, su carrera deportiva adquirió otra dimensión. A comienzos de 2015 se proclamó subcampeón del mundo y, pocos meses después, contribuyó a la clasificación de Qatar para los Juegos Olímpicos.

"Nací en Asturias y me siento asturiano, pero sabía que con la selección española nunca hubiera podido jugar un Mundial o unos Juegos Olímpicos", explica Borja Vidal, que se desvive en elogios hacia Valero Rivera, su padre deportivos, y los dirigentes de la federación de Qatar: "Desde el primer momento me han dado mucho apoyo y cariño". Intentará devolvérselo con la entrega que le caracteriza y, si es posible, con unos resultados que vuelvan a convertir al pequeño país asiático en la gran sorpresa de la competición.

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